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Es una operación inversamente proporcional. A medida que la aprobación del presidente Gustavo Petro disminuye y su gobernabilidad en el Congreso tambalea, crecen y se afianzan varias figuras políticas que se disputan la siempre ventajosa e influyente jefatura de oposición, justamente la plataforma que le permitió al hoy mandatario llegar a la Casa de Nariño.
Si bien los nombres que siguen acaparando protagonismo por sus críticas contra el Gobierno son variados y provienen de diferentes orillas políticas, hay uno que sigue fortaleciéndose: el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.
La figura del jefe natural de Cambio Radical –partido que junto al Centro Democrático ha levantado un muro de contención contra el Ejecutivo–, se erige en momentos en los que la controvertida reforma a la salud de Petro superó, en medio de sendas polémicas, su primera prueba en la Comisión Séptima de la Cámara.
Sin embargo, la discusión aterriza ahora en la plenaria, donde el debate es a otro precio y se dificulta la negociación uno a uno con los congresistas, una fórmula que implica saltarse a los jefes de los partidos. Aunque en la Comisión la estrategia le funcionó al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, podría desbordarse al tratar de convencer a 188 representantes.
No menos alentador es el panorama para la reforma laboral, que es vista con recelo por gremios y empresarios ante supuestos traumatismos contra el empleo formal. A diferencia de la reforma a la salud, la laboral hasta ahora comienza su trámite con la discusión de las ponencias.
En medio de estos movimientos y la estrategia para sumar apoyos contra el Ejecutivo es que cobra importancia la figura del jefe de oposición.
Además de Vargas Lleras, una de las figuras que mayor relevancia ha tenido ha sido María Fernanda Cabal (Centro Democrático). De antaño, la senadora ha sido una de las voces más críticas contra Petro y, ya con él en el Gobierno, ha arreciado en sus reparos.
Desde su curul, donde opina de temas económicos, sociales y de orden público, Cabal se viene consolidando como una de las voces más fuertes de la derecha. Incluso, es vista como una de las presidenciables de cara a 2026.
Otra figura que despunta es el también senador Jota Pe Hernández, cuyo manejo de nuevas plataformas y su rivalidad con pesos pesados de la política (como Roy Barreras), lo han destacado como una de las voces más críticas contra el Gobierno, aun cuando su partido apoya a Petro.
Además de los jefes de los partidos Liberal (César Gaviria) y Conservador (Efraín Cepeda), figura en el listado el exministro Alejandro Gaviria. Si bien hizo parte del gobierno Petro, sus análisis y comentarios han hecho que gane prestigio como una de las voces más autorizadas en contra de la gestión del Jefe de Estado.
Justo esta semana Vargas Lleras sorprendió con un pronunciamiento en el que alertó sobre supuestos despidos masivos ante la reforma laboral.
“Es una voz autorizada y con experiencia. Es quien nos anima a hacer replicas y dejar constancias”, reconoció el senador Carlos Fernando Motoa (Cambio Radical), quien atribuyó la creciente influencia a sus columnas, intervenciones en radio y visitas a las regiones.
Aunque Vargas Lleras sigue cargando con el lastre que le valió el célebre “coscorrón” que le propinó a un escolta en 2016 –y que terminó costándole en las elecciones de 2018–, el desempeño del Gobierno le ha dado un nuevo aire. Inclusive, llegó a rivalizar la semana pasada con el expresidente Álvaro Uribe, jefe del Centro Democrático, a quien culpó de ser “silencioso con Petro”.
“La oposición no se hace para que haya un jefe, sino para ejercer control. El exvicepresidente es una figura reconocida, fue ministro, congresista y candidato. Es bienvenido cualquiera que haga una oposición fundamentada”, declaró el senador Ciro Ramírez (Centro Democrático) que, más allá de destacar la figura de Vargas Lleras, defendió el bloque de contención desde el Congreso con Cambio Radical.
El exsenador Jorge Robledo –una de las figuras de oposición más destacadas de la última década–, explicó que no necesariamente esa figura recae en una única persona y, en el caso de Petro, “hay mucha gente controvirtiendo. No es un concurso de a quién se le da la medallita”.
Lo cierto hoy, a medida que se acercan las elecciones y las reformas de Petro entran en una recta definitiva, es que la impopularidad del “gobierno del cambio” parece abrirle espacios a viejos dirigentes como Vargas Lleras y otras figuras como Cabal, que han hecho de las fallas del Gobierno su fortaleza para hacer una oposición más sonora y visible. Ese camino llevará a que opositores comiencen a perfilarse como candidatos que serán el contrapeso en las regionales y en las presidenciales del año 2026.
Comunicador social y periodista de la Universidad Central, especializado en Gobierno, Gerencia y Asuntos Públicos de las universidades Externado y Columbia.