Colombia elegirá dentro de 17 días entre dos visiones distintas de país: la de Gustavo Petro y la de Roldofo Hernández. Uno de estos candidatos presidenciales se posesionará el 7 de agosto de este año en reemplazo de Iván Duque y de ahí en adelante tendrá que consolidar sus fuerzas en el Congreso para lograr la viabilidad y aprobación de los proyectos de ley y reformas constitucionales que hará en los próximos cuatro años.
En teoría, Petro es quien más fuerza política tendrá en el nuevo Congreso que se posesionará el próximo 20 de julio ya que su coalición, el Pacto Histórico, tendrá al menos 46 congresistas por cuenta de su lista cerrada al Senado y diversas listas a la Cámara de Representantes, mientras que Hernández solo tiene asegurados dos congresistas que fueron elegidos en una lista a la Cámara por Santander con el movimiento político Liga de Gobernantes Anticorrupción.
A pesar de ese contraste y aparente amplia ventaja, las cargas políticas en las dos cámaras del Congreso todavía no están definidas pues de llegar a la Presidencia, el exalcalde de Bucaramanga podría echarle mano a diferentes bancadas de partidos mayoritarios que contemplan apoyarlo en segunda vuelta y que han mostrado que no tienen afinidad alguna con el exmandatario de la capital del país.
Petro tiene opositores fijos
La balanza del poder congresional de los próximos cuatro años variará dependiendo de quién sea elegido nuevo presidente de la República. De entrada ha quedado claro que un gobierno de Gustavo Petro se le dificultaría pasar sin mayores inconvenientes sus proyectos de ley y reformas constitucionales en el Congreso porque tiene varios partidos tradicionales con mayorías que le harán oposición.
El candidato del Pacto Histórico tendrá bancadas mayoritarias tanto en el Senado (19 congresistas) como en la Cámara (27 congresistas), pero no tendrá aseguradas mayorías absolutas, debido a que desde ya tiene definidas varias colectividades que le hacen oposición a su propuesta política y que han manifestado que no lo apoyarían como es el caso de los partidos Conservador, Centro Democrático, Mira, La U y Cambio Radical.
A falta del escrutinio definitivo, que según el Consejo Nacional Electoral estaría listo a mediados de julio, Petro podría tener asegurado el respaldo de al menos 32 senadores y 43 representantes a la Cámara, contando el apoyo de algunos congresistas electos de la Alianza Verde y el Partido Liberal que le han manifestado su apoyo, así como los minoritarios Comunes, ASI, Mais, Aico y Colombia Renaciente.
Su reto se centra en cómo ampliar ese espectro para que las ambiciosas reformas que propone (ver Radiografía), no sean bloqueadas por sus opositores, pues si no logra conseguir los votos suficientes, no podría tener gobernabilidad en los próximos cuatro años.
En ese reto un problema de peso es que el exalcalde de Bogotá ha sido férreo opositor –e incluso ha protagonizado peleas– de Álvaro Uribe, Andrés Pastrana, Dilian Francisca Toro, Germán Vargas Lleras y los Char, líderes naturales del Centro Democrático, Partido Conservador, La U, y Cambio Radical, respectivamente.
No obstante, si el exalcalde de Bogotá llega al poder podría dialogar con el grueso de la bancada del Partido Liberal, que ha mantenido una posición más neutra, así como con la Alianza Verde, partido alternativo que en 2018 le brindó apoyo para la segunda vuelta.
¿Rodolfo la tendría más fácil?
El exalcalde de Bucaramanga tiene una ventaja, pues en torno a él no se ha creado un sectarismo como ocurre en el caso del candidato del Pacto Histórico, ya que el mencionado bloque de partidos opositores ha insistido en que el exmandatario de Bogotá podría ser una “amenaza para la democracia y las libertades”, argumentos con los que le han fijado un bloqueo no solo de cara a las elecciones presidenciales, sino también frente a un eventual gobierno suyo.
Aunque Hernández solo tiene fijo el apoyo de los dos congresistas electos de su movimiento político, en términos prácticos podría hablarse de que recibiría el apoyo de los partidos que respaldaron al excandidato presidencial Federico Gutiérrez, quien anunció que respaldará electoralmente al ingeniero en segunda vuelta, el 19 de junio.
Así las cosas, el exalcalde de la capital santandereana podría tener al menos 55 congresistas apoyándolo en el Senado y uno 80 en la Cámara, si se le suma el respaldo de colectividades como el Conservador, Centro Democrático, La U, Mira y Cambio Radical, con quienes tendrá que dialogar y buscar consensos para que le aprueben fácilmente los proyectos de ley y reformas que haría en su eventual gobierno.
El único conflicto en esa relación se centra en que durante la campaña presidencial Hernández ha tratado de pintarse como enemigo de los congresistas. Incluso aseguró que emitiría un decreto para quitarles las camionetas que les suministra el Estado. De llegar al poder tendrá que ver cómo le baja al tono para buscar apoyo de los congresistas.
En todo caso, esta es una radiografía preliminar de la balanza de las fuerzas en el Congreso, pues habrá que esperar hasta después de la posesión del 20 de julio, para conocer cómo se repartirán las bancadas entre la de gobierno, oposición e independientes