En Caño Indio (Tibú, Norte de Santander) los habitantes dejaron de tragar polvo cada que una camioneta cuatro por cuatro o una moto (únicos vehículos que transitan por la vía) pasan por el frente de sus casas.
“El polvo entraba hasta la cocina y en invierno no había trapeadora que diera abasto, el pantano era pan de cada día por aquí”, contó don Aníbal, un campesino de la región.
La situación cambió con 315 metros de placa huella que construyeron la comunidad, el Ejército y los excombatientes de las Farc, con 114 millones de pesos que puso el Gobierno Nacional. “El Ejército nos apoyó en más del 50% de los trabajos”, dijo Dairo Vallejo, un antiguo guerrillero que es hoy es líder comunitario de la vereda Caño Indio.
Si la calidad de vida de las personas del campo se mejora con pequeños tramos como en Caño Indio, ¿cuál será el impacto de intervenciones más ambiciosas? Colombia tiene 142.284 kilómetros de vías terciarias, de los cuales solo el 6 % se encontraba en buen estado hasta el 2018, cifra que poco a poco va cambiando con la implementación de placas huella.
Según el Invías, esta forma de pavimentación ofrece beneficios como menor tiempo de desplazamiento hacia hospitales y colegios, facilidad para transportar productos, menores costos de operación y menos riesgo de accidentes.
Por eso desde diferentes entidades del Estado promueven la construcción de placa huella como estrategia para mejorar la competitividad en el campo, que no resulta tan costosa ni de tanto mantenimiento como la pavimentación asfáltica.
Dijo el senador Alejandro Corrales, hace un par de meses en el Congreso, que con inversiones decididas en el mejoramiento de las vías rurales se reducirían en 38% los costos del transporte en temporada invernal, el 5% en los precios de los insumos agrícolas, acortaría los tiempos de viaje y los ingresos de los agricultores podrían aumentar en 7%.
Una forma de llevar paz
El consejero para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, inauguró la semana pasada 8 kilómetros de mejoramiento de vías terciarias mediante la construcción de placa huellas en las veredas Caño Negro y Caño Bonito, en el municipio de Yondó (Antioquia). La obra, que cuenta con una inversión que supera los $11.000 millones, beneficia a casi 1.000 habitantes de esta zona rural, que lograrán comercializar los productos que cosechan.
Y en Tierralta (Córdoba) entregaron en febrero 2,8 k.m. de placa huella en dos tramos que van del corregimiento Callejas al corregimiento Batatas, en el cerro de Reboliático y la vía de acceso al centro poblado del corregimiento Cadillo.
“Esta obra responde a lo que las comunidades de esta región habían priorizado en la formulación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial, Pdet. Con autoridades locales y regionales nos articulamos para hacer una planeación seria y focalizar los recursos; y los conseguimos través de regalías por explotación de hidrocarburos, que fueron canalizados en el OCAD PAZ”, reveló Archila. Allí se invirtieron $5.098 millones.
La semana pasada la Unidad para las Víctimas entregó a la comunidad de Páez (Boyacá) la placa huella en la vía de acceso al centro poblado de la vereda Sirasí, que beneficia a cerca de 60 familias víctimas y en general a toda la región que hoy goza de paz, producción agrícola y una de las más atractivas ofertas turísticas de la Provincia de Lengupá.
“Esta es una vía alterna que nos permite llevar los productos a Tunja, pero también al Casanare, y por eso estamos agradecidos con la Unidad para las Víctimas y con la Alcaldía, porque además se comprometió a hacer una adición presupuestal para ampliar la placa huella”, señaló Diego Cruz, coordinador de la Mesa Municipal de Víctimas.
También se construye un kilómetro en la vía que comunica las veredas Nueva Jerusalén, Aguas Negras y El Salado (Florencia - Caquetá), y beneficiará a 1.200 personas. El proyecto, que supera los $2.000 millones, mejorará la movilidad para la comercialización de productos como piña, plátano, cacao, pescado y queso, y fortalecerá el turismo.
En total, según Invías y la Agencia para la Renovación del Territorio, en Colombia se han implementado 275 proyectos de vías terciarias por $1,3 billones, de los cuales se han ejecutado y entregado 2.600 k.m. en 150 municipios priorizados con PDET, desde la firma del Acuerdo de Paz.
Según Juan Esteban Gil, director del Invías, se está trabajando para que a 2022 se llegue a 7.800 k.m. de estos corredores nuevos y mejorados, con pavimentos y las especificaciones técnicas requeridas, a los que se sumarán 30.000 k.m. con mantenimientos, para lo cual se destinarán $1,5 billones adicionales.
Un funcionario del Estado, que pidió la reserva de su nombre, aseguró que con el mejoramiento de vías muchas familias cocaleras salen de ese negocio ilegal, ya que fueron los costos de transporte los que los llevaron al cultivo de coca, dada la facilidad de vender el producido en la puerta de la finca