“Antonio Medina”, jefe del frente 28 de Farc, habría muerto en combates

Alias Antonio Medina estaba en confrontación con el ELN en Arauca y al frontera con Venezuela. FOTO: Cortesía.

Javier Alexánder Macías

27 de enero de 2022

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El jefe del frente 28 de las disidencias las Farc, alias Antonio Medina, habría muerto en combates entre la estructura ilegal que dirige y el ELN, en zona rural del estado de Apure, en Venezuela.

Información obtenida por EL COLOMBIANO señala que “Medina” habría muerto el pasado martes en La Victoria, donde se libraron los combates en los sitios El Ripial, Los Arenales y la Ossa, y desde donde los habitantes reportaron “explosiones y ráfagas de tiros de fusil”.

Desde la Octava División del Ejército expresaron que tratan de confirmar la información, per ha sido difícil porque el hecho ocurrió en territorio venezolano.

Quién es Antonio Medina

El ahora jefe de las disidencias del frente 28 de las Farc, es un combatiente con más de 19 años de experiencia en la guerra. Ingresó a las Farc al frente Antonio Nariño en el 2002, y de allí pasó, en 2005 a la columna móvil “Bladimir Estiven” del Bloque Oriental, en Meta. También hizo parte de del Frente “José María Córdova”.

Cuatro años después, “Medina” fue capturado por las autoridades. Permaneció en prisión y en el 2017 en el tribunal de Justicia y Paz de Bogotá le otorgó la libertad. Se sometió a la JEP, pero se le perdió el rastro, sin embargo, Inteligencia Militar le siguió el rastro porque en un combate fue herido en 2019, pero se les escabulló en la selva.

En 2018 reapareció como máximo cabecilla de la disidencia Frente 28 de las Farc en Casanare, pidiendo la cuota de guerra (extorsión) a los comerciantes. Desde ahí se hizo más visible, pero el recrudecimiento del conflicto armado en Arauca a finales de 2021 e inicios de este 2022, lo puso otra vez en evidencia y se conoció que libra una guerra con el Eln.

Información de Inteligencia Militar obtenida por EL COLOMBIANO registra que alias Antonio Medina era uno de los comandantes que le gusta que le lleven a los campamentos a mujeres prepago y bebe güisqui. Además, que parte de su estrategia para fortalecer su grupo armado, es ir de casa en casa pidiendo la cuota para la guerra, que consiste en que cada familia le entregue un hijo “para la revolución”.