Es como si la palabra paz no encontrara su significado en la región de Catatumbo, Norte de Santander.
En esa zona de frontera con Venezuela, la guerra, por el contrario, sigue siendo protagonista y sus efectos negativos no han tenido piedad con los civiles, instituciones, infraestructura, grupos ilegales y Fuerzas Armadas.
El Ejército, por ejemplo, ha tenido uno de los inicios de año más difíciles de los últimos tiempos con la pérdida de 10 de sus hombres, quienes murieron por diferentes acciones de los grupos guerrilleros que aún persisten en esa zona del país mientras cumplen con su deber constitucional de trabajar por la seguridad de los colombianos.
Disparos de francotiradores, minas antipersonal, emboscadas con explosivos, hostigamientos a puestos de control o bases militares y combates directos son algunos de los métodos utilizados por el Eln y el Epl para atacar a la Fuerza Pública en Catatumbo y que a parte de esos 10 soldados que han perdido la vida, también dejan otros 23 uniformados heridos.
El más sangriento de los ataques este año en Catatumbo ocurrió el 27 de febrero cuando el Eln detonó explosivos al paso de una caravana del Ejército en la vía Tibú-Cúcuta, lo que le quitó la vida a cinco militares. Después de ese hecho, EL COLOMBIANO le preguntó al general Ricardo Gómez Nieto, comandante del Ejército, si las autoridades estaban subestimando a las guerrillas que aún estaban activas en Norte de Santander.
“En Catatumbo tenemos un esfuerzo muy importante junto con la Policía en un trabajo interagencial. Ahora, la capacidad terrorista es muy compleja de combatir, pero con todo y eso hemos neutralizado acciones terroristas, aunque las hacen un par de bandidos que se mueven en moto o se mezclan en la población civil y cuando se capturan son las redes de apoyo que salen de civil la mayoría con armas cortas”, fue la respuesta del oficial.
La Fuerza de Tarea Vulcano, cuya jurisdicción está en Catatumbo, afirma que en lo que va corrido del año “se ha logrado contrarrestar un total de 189 intenciones terroristas destruyendo controladamente 166 artefactos explosivos, 19 minas antipersonales y 4 municiones abandonadas sin explosionar; así mismo, 13 medios de lanzamiento de explosivos han sido incautados, lo que garantiza la integridad física de la población del Catatumbo”.