Es dramática la situación que se está viviendo en la frontera terrestre con Panamá, en el inhóspito Tapón del Darién, que cientos de migrantes cruzan a diario con el deseo de llegar a Estados Unidos.
La emergencia que se vive en los dos extremos que conectan este temido paso selvático es insostenible, tanto que las autoridades panameñas estarían considerando cerrar esta frontera terrestre con Colombia para contener la crisis humanitaria que sigue en aumento.
De este lado, del colombiano, la situación no es distinta. La Defensoría del Pueblo alertó nada más la semana pasada un aumento exponencial en la llegada de migrantes en lo que va de 2023.
Según estableció la entidad, con base en los datos del Servicio Nacional de Fronteras panameño, también conocido como Senafront, en el primer semestre de 2023 cruzaron la frontera 196.371 personas migrantes de origen venezolano, haitiano, ecuatoriano, chino e indio entre los que se incluyen niños y adolescentes.
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La cifra es alarmante comparada con los datos del mismo semestre del año anterior, cuando salieron del país, por el Darién, 49.452 personas, lo que representa un aumento del 297%.
Al respecto se pronunció hace poco la jefa de la oficina migratoria de Panamá, Samira Gozaine, quien responsabilizó a los organismos internacionales de la ola migratoria.
Uno de esos organismos internacionales que trabaja en el Darién es Médicos Sin Fronteras (MSF), que brinda sus servicios a la población migrante, que llega y atraviesa la selva con graves complicaciones de salud.
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Sin embargo, es tal la emergencia, que la situación sanitaria está desbordada.
“Se trata de una auténtica crisis humanitaria. Lo que estamos viendo es un incremento de flujo de inmigrantes. Es una situación difícil porque estamos saturados”, comentó a Blu Radio Luis Eguiluz, jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras en Colombia.
El jefe de misión de MSF contó que las enfermedades que más padecen los migrantes que cruzan el Tapón son las respiratorias, estomacales, además de contusiones y traumas por caídas en medio de la espesa selva.
Pero además, en otro informe, Médicos Sin Fronteras señala que los problemas dermatológicos, dolores musculares, enfermedades gastrointestinales y el desgaste de la salud mental también son cuadros frecuentes entre las personas que cruzan el Darién.
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“Hemos tenido días con hasta 3.000 migrantes en un solo punto en las últimas semanas, antes llegábamos a 1.800”, declaró José Lobo, coordinador de terreno de MSF a France 24, lo que evidencia lo desbordado de la problemática.
En 2023, con corte a julio, Médicos Sin Fronteras ha ofrecido cerca de 36.000 consultas médicas y ha asistido alrededor de 637 mujeres embarazadas, además de 200 mujeres víctimas de violencia sexual cruzando el Darién.
La crisis de salud tiende a empeorar, pues las condiciones en las que las personas son atendidas no son las más salubres, pese a las constantes peticiones y llamados de organismos como MSF que están en terreno viviendo una tragedia que no da tregua.