Desde San Andrés, el presidente Iván Duque recibió el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el que consideró la violación de Colombia en relación a la zona marítima con Nicaragua. En su intervención, en compañía de la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez y de miembros de su gabinete, el mandatario explicó algunos puntos de la decisión del tribunal y criticó al gobierno de Daniel Ortega por su “ánimo litigioso”.
“El fallo de hoy defiende aspectos de gran importancia”, señaló Duque. El mandatario también destacó que el tribunal decidió no condenar o sancionar a Colombia por las supuestas violaciones a la zona marítima con Nicaragua e indicó que la Armada Nacional “podrá continuar haciendo presencia y ejerciendo el derecho a la libre navegación y sobrevuelo en el área”.
“En ningún caso la presencia de la armada es amenaza del uso de la fuerza como lo pretendió Nicaragua desde el inicio del proceso”, apuntó Duque. De acuerdo con el gobierno nacional, la Armada podrá “navegar libremente el área para luchar contra los delitos transnacionales y el narcotráfico”.
“Procuraremos la protección del medio ambiente marítimo y la continuidad de la interdicción del tráfico ilícito de estupefacientes”, se comprometió Duque.
Con respecto a Nicaragua, el mandatario recordó que Colombia intentó negociar desde 2013, de manera directa con dicho país, pero a pesar de los esfuerzos de los agentes colombianos no fue posible “buscar una alternativa no litigiosa” con Ortega.
Asimismo, se refirió a que la Corte ratificó el principio constitucional que reglamenta que los límites territoriales de Colombia solo se pueden modificar a través del Congreso.
Sobre el gobierno de Nicaragua, el mandatario expresó preocupación por cómo se constituye hoy “en una oprobiosa dictadura que desconoce los derechos fundamentales de la oposición, la prensa libre, la iniciativa privada y las libertades ciudadanas”. También, aseguró que en dicho sistema de gobierno “no hay respeto por el Estado de Derecho ni por los pilares democráticos”.
Sobre el “ánimo litigioso” inclusive apuntó que “es una práctica recurrente que se ha puesto en evidencia con otros estados de la región”.
Aunque la Corte pidió a los dos países llegar a un acuerdo sobre el uso de las aguas por parte de de las poblaciones, el mandatario se mostró reticente a sostener un nuevo diálogo diplomático con Nicaragua porque “después del fallo del 2012 no ha permitido avance alguno”. Sin embargo, insistió en que la obligación de su Gobierno es “defender la soberanía de Colombia sobre el Archipiélago así como a su población, también defender los más altos intereses de Colombia en el mar Caribe”.
“Frente a eso no puede haber titubeos ni ambigüedades”, aseveró Duque. También señaló que “la unidad, integridad e indivisibilidad de San Andrés, Providencia y Santa Catalina se mantiene” y que la zona contigua en el archipiélago de Colombia está ajustada al Derecho Internacional.
De acuerdo con Duque dicha zona “le da derechos a Colombia de preservar su patrimonio cultural y arqueológico”. Por lo que, los raizales pueden navegar hasta llegar a los bancos de pesca en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país.
