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Esos símbolos que identifican a un colombiano

Los oficiales son el Himno, la Bandera y el Escudo, que buscan crear identidad nacional. Pero hay otros que también unen, como el elegido por los lectores de este diario.

  • ILUSTRACIÓN Ricardo Macía
    ILUSTRACIÓN Ricardo Macía
Esos símbolos que identifican a un colombiano
20 de julio de 2020
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Es 2016, Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. La emoción usted la siente en el pecho y quisiera romper el televisor para darle un abrazo a Caterine Ibargüen, que acaba de saltar 15,17 metros. Medalla de oro. Salta, qué bueno es ser colombiano.

Esa alegría también se contagia en los símbolos patrios, más si vive en el exterior. Encontrarse con la camiseta de la Selección Colombia, escuchar las trompetas del Himno Nacional, hace que se te enchine la piel. Un momento que recuerda el orgullo de haber nacido en la esquina de Suramérica. Y hay uno más que se celebra cada 20 de julio: el día de la Independencia de Colombia, la fiesta nacional en la que se conmemora la fundación de un Estado libre de la corona española.

Además del Himno, en el país hay otros dos símbolos patrios (Ley 12 de 1984): la Bandera y Escudo. Son tres que buscan ser unificadores y generar sentido de pertenencia e identidad. Y sucede casi lo mismo con figuras como Juan Valdez, la representación del cafetero colombiano que fue un anuncio de la Federación Nacional de Cafeteros para promover el producto estrella del país en Estados Unidos desde 1958. Ahora es un una “marca de país” que tiene elementos que aluden a la cultura (el campesino), la calidad (tierra) y la identidad (el trabajo).

¿Qué son?

“Estamos afuera, encontramos nuestra bandera y sabemos que es Colombia. Somos nosotros, es como decir soy yo. Pasa con el café colombiano, finalmente yo soy café, es el sentido de pertenencia lo que hace que haya unidad nacional”, explica Socorro Inés Restrepo, primera mujer en presidir la Academia Antioqueña de Historia y autora de Cuentos de la patria.

El historiador y director del grupo de investigación Sociedad, Política e Historias Conectadas, Juan Camilo Escobar, dice que éstos símbolos juegan un papel político esencial: “Los primeros pueblos buscaban diferenciarse a través de objetos como un uniforme, la cruz o un tótem”. En el caso de Colombia, señala el investigador, buscan producir unión entre los habitantes de un mismo pueblo.

Los no reglamentados

Hay otros símbolos patrios decretados por fuera de la Ley 12 de 1984 que también hacen parte de la iconografía nacional: la orquídea y la palma de cera, como la flor y el árbol nacional. A su vez, en 2004 fue declarado el sombrero vueltiao como símbolo cultural de la nación, como un reconocimiento al pueblo Zenú asentado en Córdoba y Sucre. El cóndor de los Andes, aunque no señalado oficialmente, se ha asociado como el ave nacional.

Además, cada ciudadano tiene sus propios símbolos. La audiencia de EL COLOMBIANO compartió en Twitter y Facebook cuáles serían para ellos los “nuevos símbolos patrios” con los que se identifican los colombianos. Entre las respuestas (ver ayuda) hubo referencias a las guacamayas, los Llanos Orientales, las culturas nativas, la cumbia, Caño Cristales, la chocolatina Jet y el Chocorramo. El sondeo final realizado en Twitter el 16 de julio (ver gráfico), que tuvo 1.624 interacciones, determinó a la “biodiversidad” como el símbolo más votado.

El efecto político

A estos y otros símbolos que se asocian con el sentimiento de unión nacional es lo que el investigador Juan Camilo llama imaginarios de identidad, un conjunto de imágenes mentales comunes dentro de un colectivo, comunidad o sociedad (a veces se da en un individuo) que se convierten en referente. Sea el cañón del Chicamocha, en Santander; la cumbia, estilo musical de origen sabanero y costeño; y García Márquez, el único Nobel de literatura colombiana.

A veces estas ideas pueden ser ciertas, señala Escobar, como la de que Colombia es un país biodiverso. Lo que pasa es que muchos imaginarios están ligados a patrones de exclusión, es decir, nosotros somos así, pero los otros no. “Son sentimientos peligrosos porque crean la sensación de exclusividad”. Van desde lo material (geografías, cuerpos, rasgos fisiológicos) hasta temas intangibles (como la música, las creencias, los ideales).

El doctor en Historia explica que esos “imaginarios de identidad” pueden ser totalizantes o “agresivos”, que definen de manera exclusiva y única a un grupo. Da ejemplos: un sombrero vueltiao no necesariamente es el símbolo patrio para los huilenses o nariñenses; la música colombiana no solo es la cumbia, está el joropo, la andina o el merengue. ¿Cuál es la música nacional? “Es peligroso porque cuando intentas singularizar, pierdes la pluralidad”.

Aunque señala que, en ese sentido, es peligroso casi cualquier símbolo de identidad, también afirma que es inevitable porque las personas tienden a explicar su identidad con asociaciones: “La labor de la academia es ser críticos frente a eso, reflexionar sobre cómo se crean, cuáles son sus usos y peligros”, dice.

Lo importante es saber que una arepa (o cualquier objeto) no es Colombia ni representa a toda la nación. Cada colombiano crea imaginarios de identidad y genera sus símbolos.

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