El exsenador Jorge Enrique Robledo y miembro fundador del partido Dignidad de la Coalición Centro Esperanza regresa al debate político tras haberse ausentado durante algunos meses, luego de que la alianza en la que fue precandidato a las elecciones presidenciales de 2022 no resultara triunfante.
Durante los últimos días lo hemos visto más activo que nunca. Ha manifestado con firmeza su desacuerdo frente a las medidas y reformas del gobierno de Gustavo Petro, como la compra de unos aviones para defender “la soberanía nacional”, las polémicas declaraciones de Jaime Dussán, presidente de Colpensiones, sobre invertir en el tren de Barranquilla, y la “demagogia” en sus declaraciones y promesas.
También habló de lo que se viene para 2023 de cara a las elecciones regionales.
EL COLOMBIANO: ¿Por qué ha estado tan ausente durante los últimos meses del panorama político?, ¿dónde ha estado?
JORGE ROBLEDO: Realmente yo he estado muy activo todo este tiempo, y sobre todo después del 20 de julio, que me pensioné como senador. Tal vez ahora no se nota tanto, pero yo he estado trabajando muy duro. Suelo decir que estoy trabajando bastante, más duro que cuando era senador. Con la diferencia de que ya no me pagan por ese trabajo y además no tengo la oficina y el respaldo que tenía antes.
E. C.: Tras su regreso, ha criticado las actuaciones del gobierno Petro. Empecemos por una de sus recientes declaraciones. ¿Por qué considera que Petro “ofende la inteligencia de los colombianos?” y ¿por qué es poco viable la compra de aviones para defender la soberanía del país?
ROBLEDO: Esa compra la intentó hacer el presidente Duque hace año y medio y yo fui uno de los que salí en contra de este disparate, porque él estaba en esos días inclusive hablando de 24 aviones que iban a costar una suma enorme. En esa posición también estuvo Gustavo Petro y todo el petrismo.
No hay congresista del petrismo ahora que no se hubiera opuesto en ese momento a esos aviones. Primero porque valían una plata inmensa que no tenía Colombia, porque este es un país pobre, endeudado hasta el alma, lleno de hambre, etcétera, y por eso nos opusimos. Y porque esos aviones son por completo innecesarios.
Esos son aviones para guerra internacional, y Colombia no tiene guerra internacional con nadie.
E. C.: ¿Cuánto le puede costar al país la compra de estos aviones?
En este momento hay tres opciones: un avión sueco, un avión francés y un avión norteamericano. Si llegaran a ser los F-16 de Estados Unidos, esos aviones valen a 300 millones de dólares cada uno. Si llegaran a ser 24, que fue de lo que se habló en el gobierno de Duque -hoy no hay toda la información- podríamos estar hablando como de 5.500 millones de dólares. O sea, estamos hablando de una suma absolutamente astronómica.
E. C.: El presidente Petro ha dicho que para el pago de los aviones no tocará el dinero que se recaude con la reforma tributaria.
También tuvo el descaro de decir que esos aviones no iban a tocar los recursos del recaudo de la reforma tributaria. Porque una de las cosas que ofendió cuando Duque lo intentó, es que esto coincidió con la reforma tributaria de Carrasquilla, ¿cierto? y él se tuvo que retractar por eso. Entonces ahora Petro logró mantener en silencio la decisión de que él sí va a comprar los aviones ¿sí? y entonces ha salido a decir que es que no se van a pagar con la plata de la reforma tributaria... Eso es una falsedad.
E. C.: Las declaraciones de Jaime Dussan, director de Colpensiones, han causado revuelo. Dijo que los dineros del fondo pensional podrían invertirse en obras públicas, como la construcción del tren de Buenaventura. Luego fue desmentido por Petro. ¿Qué lectura puede hacer el país sobre esto? No se ponen de acuerdo.
Ese debate lo estamos teniendo con Gustavo Petro desde hace rato, desde la campaña presidencial, porque él planteó ese disparate, ese tren Buenaventura - el Caribe, no es solo Barranquilla, sino que él dice que a todo el Caribe. Es un tren que desde Buenaventura tiene 1.200 kilómetros solo hasta Barranquilla. Si se van hasta Riohacha se vuelve de 1.400 kilómetros. Estamos hablando de un tren inmenso. El de los 1.200 kilómetros vale aproximadamente 650 billones de pesos, es decir, millones de millones. Y ojo, el presupuesto nacional es de menos de 400. Estamos hablando de una suma absolutamente astronómica.
E. C.: ¿Por qué se vuelve tan importante este debate del tren y de las pensiones?
Es que Petro tiene decidido tomar una parte grande. No sabemos exactamente cuánto. Se ha hablado de hasta cuatro salarios mínimos de las pensiones, de la plata de los colombianos, que están en los fondos privados de pensiones. Usted todos los meses le aporta a su pensión, sea en Colpensiones o en un fondo privado, y Petro tiene decidido coger una plata grande de eso.
E. C.: De cara a las elecciones 2023 y tras su reciente declaración en entrevista con El Tiempo, en la que dijo que se siente “muy satisfecho” por no haber votado por Gustavo Petro a la presidencia. ¿Qué nos puede decir al respecto?
En Dignidad, que es mi partido, del cual yo hago parte, cuando llegó la hora de la segunda vuelta dimos libertad de voto, porque había distintas opiniones. Entonces hubo gente que votó por un candidato, otra votó por otro candidato, y yo voté en blanco, porque ninguno de los dos: ni Gustavo Petro ni Rodolfo Hernández satisfacían mis convicciones. Existe un derecho al voto que es un voto muy difícil, muy duro, porque es muy incomprendido y lo atacan a uno de todos los lados y yo voté en blanco. Entonces lo que dije en una reciente entrevista es que me siento muy cómodo por haber votado en blanco, por todas mis preocupaciones, por todas mis críticas hacia Petro. Lo de Rodolfo lo alcanzamos a analizar, pero lo descartamos rápidamente, pues no había cómo hacerlo. Y también descartamos el caso de Gustavo Petro, y hoy la práctica me ha dado la razón.
Esperemos que pasen seis meses, un año, y vamos a ver cuántos petristas arrepentidos va a haber. Porque resulta que es evidente que este no es el cambio que él propuso. Es decir, él no está cumpliendo sus promesas. Lo vemos nomás en el caso de los aviones. Yo siempre me hago una pregunta, ¿hubiera ganado la presidencia si hubiera dicho que los iban a comprar? ¿Si habría ganado la presidencia si nos hubiera anunciado que iba a permitir que los gringos construyeran una base militar y un radar dañando en Gorgona, que es un parque natural de importancia nacional y mundial? ¿Si habrían votado por él si se hubiera sabido que él iba a ser un daño tan grande como el que le ha hecho a la economía petrolera, utilizando para ello una falsa concepción ambientalista, una demagogia ambientalista? Entonces, esa es la razón, y puedo dar más razones de por qué digo que me siento muy cómodo.
E. C.: ¿Qué puede decir de la aplanadora política del Pacto Histórico en el Congreso?
Muy preocupante. Tiene que ver con decisiones que yo no hubiera tomado de candidato de ninguna manera, había preferido perder ¿Por qué ganó Gustavo Petro?, pues ganó porque logró montar a esa campaña nada menos que a Juan Manuel Santos y su aparato santista, a Ernesto Samper y al samperismo, a César Gaviria y al Partido Liberal, a Dilian Francisca Toro y al Partido de La U, y al Partido Conservador.
Esto lo sabemos los que estamos en política. Primero, esos personajes no se mueven sin mermelada. No mueven un dedo si no les dan ministerios, institutos, puestos, contratos, embajadas, de todo. Que se supone que era de las cosas que iba a derrotar Petro. Bueno, quedaron los mismos para todo el botín burocrático, más los amigos del Pacto Histórico, que también los hay. Pero la mayoría del aparato burocrático quedó en manos de estos personajes que le acabo de mencionar, y segundo, no aprueban cosas con las que estén en desacuerdo. No las aprueban. Petro tuvo que coger su programa y engavetarlo.
Ante tal panorama ¿qué se puede esperar de este gobierno que se proclamó como el del cambio?
Usted no sabe el escozor que hay en la izquierda en Colombia y el mundo con los arrumacos de Gustavo Petro con el gobierno norteamericano. No recuerdo una fila de gringos poderosos más grande que la que ha llegado a Colombia en los últimos años. Ahí acaban de aprobar en el gobierno de Biden transferirle 400 millones de dólares al gobierno de Colombia.
Ahora, soy muy pesimista en relación con lo que se viene. Mire, la reforma política, eso es una vergüenza. Es que en la reforma política van a resucitar una medida que eliminó la Constitución del 91, que es que el presidente podrá convertir en ministros a los congresistas. Eso es una manera vulgar de comprarse a los congresistas de Colombia, a todos.
E. C.: El próximo año se vienen las elecciones regionales, ¿cree que Dignidad, su partido político, tiene opciones en estos comicios?
En Dignidad hemos tomado la decisión de hacer esfuerzos por construir una alternativa para las elecciones del año de entrante. No seré candidato a nada, pero sí ayudaré a construir una alternativa que les presente a los colombianos una opción diferente al uribismo y el petrismo. No es cierto que en Colombia sea obligatorio ser uribista o ser petrista. Aquí hay una tercera posición.
Hemos venido conversando varios de los que estuvimos en el proyecto de la Coalición Centro Esperanza, y hay acercamientos y hay coincidencias. Hay acercamientos grandes con Sergio Fajardo. Espero que ya el año entrante podamos, moviéndonos por todo el país, y en Medellín y Bogotá, por supuesto, promover opciones alternativas al uribismo y el petrismo, en todos los sitios de Colombia.