Dos anuncios coincidieron ayer: la presentación del Centro de Integridad de la Universidad Eafit y el lanzamiento de la Maestría en Ética y problemas morales contemporáneos, de Uniminuto.
Ambos anuncios, por demás, llegan en un momento cuando la corrupción es noticia, un día sí, otro también, en la actualidad nacional. Hay, está claro, un vacío en la formación que se hace necesario solucionar.
“Queremos que este Centro sea un punto de llegada y de partida para reflexionar sobre la integridad, pero tenemos claro que no podemos ser, únicamente, un centro de pensamiento, sino también acompañar a los estudiantes y a los profesores para que el ejercicio académico sea abordado con pasión, compromiso y, por supuesto, con integridad”, explica Nathalia Franco Pérez, jefa de esta unidad.
Por su parte, la maestría de Uniminuto, “busca formar nuevas generaciones de investigadores y profesionales que quieran profundizar en el estudio de la ética como campo de reflexión, a partir de la consideración de que ésta es una necesidad apremiante en estos tiempos”, según señalaron sus directivos.