Encontrar a un familiar desaparecido en el marco del conflicto armado colombiano se ha convertido en una lucha que parece no tener fin. Son 80.472 personas a las que se les perdió el rastro entre 1958 y 2018, según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro de Memoria Histórica.
Y hallarlos es tan complicado que del universo anterior de víctimas de este flaeglo se encontraron 8.188 personas muertas y, como un pequeño alivio, 1.746 aparecieron con vida. Del resto (70.538) sigue sin conocerse su paradero.
De aquellos que no se sabe nada, muchos han sido buscados desde el exterior por sus familiares. El exilio fue la única salida a las amenazas de quienes empezaron a buscar, y esto les representa una carga emocional, física y económica.
Hasta hace cinco años esa ardua tarea la asumían de manera individual. Solo en algunos países de Europa, las víctimas con desaparecidos en Colombia contaban con apoyo de un grupo u organización social que les prestaba ayuda, no siempre económica, aunque con poca probabilidad de hallarlos o conocer la verdad de lo sucedido.
Con la puesta en funcionamiento de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, UBPD, convenida mediante el Acuerdo Final entre el Gobierno y las Farc, ese camino de encontrar a los suyos desde fuera del país dejó de ser tan difícil, un alivio y una dosis extra de energía para seguir este largo camino.
Desde la UBPD le explican a EL COLOMBIANO que “con los familiares en el exterior se ha iniciado un proceso muy similar al de los familiares en el país, aunque con los retos de la distancia. Por ello se plantea la posibilidad de poner la tecnología al servicio de la búsqueda y, en algunos casos, tener encuentros presenciales. Las organizaciones del exilio y varios familiares acudieron a la UBPD personalmente. De manera inicial expresaron su interés en participar y ser parte del proceso de implementación de la UBPD y del proceso de búsqueda”.
Y aunque no se ha hallado a nadie, hasta ahora, que la entidad haya recibido 62 solicitudes hechas por personas que están en América Latina y Europa, es un pequeño triunfo.
Para la UBPD, el exilio es considerado como un territorio y es por eso que el Plan Nacional de Búsqueda, lanzado el pasado 6 de mayo, fue construido con quienes no están en Colombia.