Se trata del representante Carlos Alberto Carreño, quien fue conocido como ‘Sergio Marín’ durante su permanencia en las antiguas Farc. Habría montado un sofisticado sistema de extorsión para cobrarles cuotas a los miembros de su equipo de trabajo.
Entre $200.000 y $500.000 serían los montos que cada mes les estaría cobrando el representante Carlos Alberto Carreño (Partido Comunes) a los miembros de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) con tal de permanecer en sus puestos.
Así lo revela un informe divulgado este martes por la emisora Blu Radio que, con facturas en mano y detalle de las transacciones, puso al descubierto lo que sería un sofisticado método de corrupción que habría ideado el representante –conocido en la antigua guerrilla de las Farc como ‘Sergio Marín’–, para cobrarles cuotas a los integrantes de su equipo de trabajo como forma de extorsión.
Según la investigación, con tal de permanecer en sus puestos y lograr un ascenso en el escalafón salarial, el congresista le cobraría a su equipo de trabajo un porcentaje de su salario. A medida que los ingresos eran más altos, más generosa debía ser la contribución que, incluso, habría dado a parar a las cuentas personales del congresista.
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Sin embargo, determinó la emisora, generalmente el dinero era pagado en efectivo o por transferencia a uno de los funcionarios de confianza de Carreño, quien justamente era el encargado de organizar las cuentas y transferirle el dinero al congresista, quien actualmente hace parte, nada menos, que de la mesa directiva de la Comisión Tercera de la Cámara, donde funge como vicepresidente.
“En 2018, cuando el representante Carlos Carreño, conocido en el ámbito de Comunes como ‘Sergio Marín’, tenía entre siete y ocho integrantes de su UTL, todos teníamos que hacer aportes solicitados por él (...) eran aportes de dinero con base en los ingresos que generáramos cada uno. Entonces, dependiendo, los ingresos oscilaban entre $250.000 y $500.000. Ese era el aporte que había que hacer mensualmente”, aseguró un extrabajador del congresista.
De hecho, la emisora conoció registros financieros que evidencian las transacciones mensuales. “Hubo episodios donde algunos integrantes evidenciamos en cierta forma la imposibilidad de suministrar los aportes e inmediatamente él era categórico e inclusive, entraba en ira al no hacer esos aportes. Era claramente una orden establecida por él y quien no quisiera, pues ya se sabía que se tenía que atener a las consecuencias, que era básicamente perder el empleo”, agregó la fuente.
Los testimonios indican que Carreño, desde que fue designado congresista en 2018 a expensas del Acuerdo de Paz, orquestó el sistema de pagos y trató de encubrirlos como aportes al movimiento político Comunes, nacido justamente de los diálogos de paz. “Él siempre le puso el mote o el manto de que eran aportes al partido, pero todos en cierta forma sabíamos que no estaba bien hecho solicitar ese tipo de aportes”.
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La investigación indica que el caso quedó al descubierto en abril de 2023, es decir hace más de un año, cuando directamente a Carreño y a otros miembros de la bancada de Comunes les llegó un derecho de petición anónimo en el que el reclamante preguntaba si el congresista “ha solicitado en algún momento cuotas o porcentajes de su salario a algunos de los trabajadores de su UTL”.
En dicho documento aparecían además los nombres de 17 funcionarios que trabajaron para congresista y datos como el teléfono de cada uno. Según el informe, además de que el partido “no hizo ninguna investigación interna ni esfuerzo alguno por saber la veracidad” del documento, Carreño reprendió fuertemente a sus funcionarios.
“En una reunión que duró cerca de 40 minutos, el representante gritó, insultó y amenazó a sus trabajadores. Les recordó que conocía muy bien sus actividades y las de sus familias y que no lo obligarán a mostrar la peor versión de él. Fue una amenaza contra sus vidas. El tono intimidante de la reunión fue con la intención de cortar de raíz la posibilidad que saliera cualquier información adicional sobre el tema de los aportes obligatorios”, determinó la investigación.
Incluso, la emisora conoció una grabación en la que el propio congresista asegura que contratará a una persona que identifica como “Wilson” en una comisión del Congreso y que le exigirá “pasar $1’000.000, $1’200.000” de un salario base de $5’000.000. Además, en medio de una discusión con uno de sus trabajadores sobre el tema de los aportes mensuales se le escucha decir a Carreño: “Yo no peleo por plata, pero si tú me respondes por la deuda”.
El representante se abstuvo de dar declaraciones o responder a los pormenores de la denuncia. Sin embargo, aseguró que toda la información es falsa y que los reclamos provienen de empleados a los que calificó de mediocres.
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