Colombia se acaba de montar en el barco por la protección del ambiente al firmar el acuerdo de Escazú. Esta semana se conoció el anuncio por parte del presidente Duque como uno de los resultados más importantes en materia ambiental cocinado durante la Gran Conversación Nacional.
Este jueves el embajador ante las Naciones Unidas en Nueva York, Guillermo Fernández de Soto, suscribió el pacto denominado como el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. Fue adoptado en Escazú, Costa Rica el 4 de marzo de 2018.
Desde entonces, se han sumado 22 países para fortalecer la protección del medio ambiente, específicamente en tres ejes principales: acceso a la información ambiental, acceso a la justicia en asuntos ambientales y la participación de las comunidades en la toma de decisiones ambientales que afecten el territorio.
“Es el único acuerdo vinculante emanado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe, y el primero en el mundo en contener disposiciones específicas sobre defensores de derechos humanos en asuntos ambientales”, dice el gobierno nacional.
Uno de los puntos a resaltar son las medidas que se adoptarían para la protección de los líderes ambientales. Así lo explicó el exministro de Medio Ambiente Manuel Rodríguez Becerra. “El acuerdo de Escazú establece que los gobiernos deben velar por la protección de los líderes. Uno de los retos es garantizar que ellos no sufran de alguna vulneración a su integridad”, señaló Becerra.