Para que el Parque Nacional Natural Tayrona “respire” y descanse de las cerca de 400.000 personas que lo visitaron en el último año, desde este sábado 28 de enero hasta el 28 de febrero estará cerrado. Los rituales de purificación estarán a cargo de los cuatro pueblos indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta: arhuacos, kogui, wiwa y kankuamos. Ellos se reunirán en sus sitios sagrados para reconectarse con la tierra.
Así lo explicó José de los Santos Sauna, gobernador del resguardo kogui, quien dijo a EL COLOMBIANO que en las cuatros semanas de cierre harán un trabajo espiritual con el fin de darle tranquilidad a la tierra y también a los animales que habitan el parque. “La madre tierra necesita un descanso, un respiro, recuperar el equilibrio y su conexión natural. Queremos la tranquilidad”, explicó el líder indígena.
Recordó que esta idea surgió hace dos años cuando hubo gran escasez de agua tras un verano intenso “y vimos muchos animales muriéndose en el parque y por eso las autoridades espirituales tomaron la decisión de pedir que no ingresaran visitantes. Lo que sucede es que los animales se van muriendo o van migrando por la cantidad de gente que viene”.
Recordó que en noviembre de 2015, cuando se cerró por primera vez, se encontraron huellas de jaguar y cocodrilo. “El parque está pidiendo un respiro y para realizar nuestro trabajo espiritual se necesita silencio y los visitantes hacen ruido. Tampoco nos podemos concentrar con personas caminando, se requiere quietud”, dijo el gobernador indígena en conversación con este diario.
Agregó que este cierre para ellos es un logro y es el resultado de meses de diálogo con la institucionalidad. “Esta decisión no es gratis y tampoco se da de la noche a la mañana. Nosotros hemos estado en la lucha para la conservación de nuestra tierra, de nuestras creencias y este es el resultado de nuestras peticiones”, agregó.