En 2016, el Gobierno Nacional y la entonces guerrilla de las Farc firmaron el acuerdo de paz que marcó el inicio de la reincorporación de miles de hombres y mujeres a la vida civil. Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Desde entonces, más de 400 firmantes del acuerdo han sido asesinados, y en lo que va del año, ya se han registrado 21 muertes violentas.
El homicidio más reciente ocurrió el pasado domingo en la vereda San Andrés de Pisimbalá, municipio de Inzá, Cauca. La víctima fue identificada como Gilberto Iván Quinto, firmante del acuerdo de paz y antiguo miembro del ETCR Los Monos en Caldono, Cauca. Actualmente, trabajaba como escolta tercerizado para la Subdirección Especializada de Seguridad y Protección.
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Según Indepaz, Gilberto fue asesinado durante un partido de fútbol. En el mismo ataque, un familiar suyo también perdió la vida tras recibir un disparo, y otras cuatro personas resultaron heridas.
“Este hecho no solo representa una pérdida irreparable para su familia y la comunidad a la que pertenecía, sino que también pone de manifiesto los riesgos y desafíos persistentes que enfrentan los firmantes del Acuerdo de Paz en Colombia en zonas de alta conflictividad”, denunció Indepaz.
