Hace mucho tiempo que Buenaventura dejó de ser tierra de guerrillas y paramilitares, lo de hoy son bandas variopintas que se mueven a su antojo por el puerto en el Pacífico, atemorizando a la población y dejando maniatadas a las autoridades locales y regionales.
Este fin de semana se les vio armados hasta los dientes patrullando las calles y transmitiendo videos en vivo y en directo. Por lo que se puede apreciar, se trata de jóvenes que están “protegiendo” las economías ilegales, que se sienten amenazadas por los diferentes procesos de paz que ha venido ofreciendo el gobierno de Gustavo Petro.
A la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, no le quedó más que pedirle al mandatario y a su ministro de Defensa, Iván Velásquez, que ordene la militarización inmediata de la ciudad: “Es urgente proteger a la comunidad y acabar con las economías ilegales... Buenaventura necesita que el Ejército llegue, ocupe todo el territorio, proteja a la comunidad y se quede”.
La respuesta del Gobierno
Desde el Ejecutivo contestaron ofreciendo una estrategia conjunta de la Fuerza Pública, que incluye la intensificación de patrullajes entre la Policía y la Armada en las calles de la ciudad, y una recompensa de hasta $200 millones para ubicar e identificar al grupo armado que intimidó a la población.
Mientras que, por el lado de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, el ofrecimiento fue de más diálogo: “Ante la violencia armada estamos con ustedes, ustedes no están solos. A su lado rechazamos las violencias armadas que siguen aterrorizando y ensangrentando la historia de esperanza de la comunidad bonaverense y su anhelo de una paz urbana con justicia social y ambiental”, se lee en el comunicado enviado por la Oficina del Alto Comisionado de la Paz.
Desde la semana pasada, continúa el documento, el gobierno está en Buenaventura “de manera permanente preparando las condiciones y un plan de trabajo de Misión Paz, una propuesta de fortalecimiento de los procesos ciudadanos de construcción de paz en medio de las confrontaciones armadas y los sabotajes”.
Las poblaciones más afectadas son las comunas 6, 7 y 11, donde operan los Shotas y los Espartanos, con quienes el alto comisionado espera reunirse en las próximas dos semanas, en lo que denominó Espacio de Conversación Sociojurídica, que contará con testigos nacionales, internacionales y diversas veedurías.
Los grupos en Buenaventura
Valga decir que tanto los Shotas como los Espartanos son responsables de masacres, extorsiones, secuestros, desplazamientos forzados y reclutamiento de menores. Y que su mayor interés está en la producción de droga, narcotráfico y microtráfico en la región.
Sin embargo, no todas las organizaciones ilegales se sienten representadas en dichos diálogos o no han manifestado interés en hacerlo. Entre ellos se cuenta la Banda Jalisco, que fue la que apareció este fin de semana alzada en armas y que causó zozobra en la comunidad. Se supone que sus jefes son los alias El Enano y El Titi, sobre quienes no hay mucha información. Aparentemente trabaja en alianza con el cartel mexicano de Jalisco Nueva Generación. También está la banda de Robert, de la que tampoco se sabe mucho hasta el momento.
