La congresista Catherine Juvinao advirtió que la reforma a la salud otorgará un poder desmedido a la ADRES, entidad que manejará $90 billones anuales sin auditoría suficiente. Según ella, esto facilitará la corrupción y colapsará el sistema.
En medio del trámite de la reforma a la salud, que esta semana se destrabó en la plenaria de la Cámara y permitió la aprobación de 12 artículos más, este jueves la representante Catherine Juvinao (Alianza Verde) alertó por un artículo que le permitiría a una sola entidad manejar y administrar millonarios recursos por encima de los $90 billones.
Según la congresista independiente, se trata de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) que, entre otras, sería la encargada de recaudar todos los recursos fiscales y parafiscales que deben ingresar al Fondo Único Público de Salud, con los cuales se financia el sistema.
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Justamente, se trata del organismo que no solo realizaría los pagos de los servicios de salud de mediana y alta complejidad, asumiendo como pagador único del sistema de Salud, sino que estaría llamado a hacer los giros de las asignaciones a los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS).
Frente a ello, Juvinao sostuvo que quien asuma como director de la ADRES sencillamente será “el funcionario más importante del Gobierno”, incluso por encima del ministro de Salud, teniendo en cuenta que, según sus cálculos, va a manejar un fondo con recursos por $90 billones.
“Con la reforma a la salud se vuelve una entidad superpoderosa, al punto de que el director de la ADRES va a ser el funcionario más poderoso de cualquier Gobierno porque va a manejar esa sola persona cerca de $90 billones. Será un funcionario más poderoso que el mismo ministro de Salud”, manifestó Juvinao en declaraciones que recoge Noticias Caracol.
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Según la congresista, se trata de una entidad que hoy tiene alrededor de 200 trabajadores de planta y no contrata la red de prestadores; sin embargo, maneja cerca de 370.000 transacciones al año. No obstante, en la reforma no se contempla aumento de personal o presupuesto para su funcionamiento, por lo que está condenada a implosionar, convirtiéndose incluso en “el principal foco de la corrupción del nuevo sistema”.
Sin embargo, advirtió que ahora con la reforma “la ADRES va a contratar solita y de manera directa cerca de 60.000 prestadores entre clínicas, hospitales y prestadores independientes en negociaciones uno a uno, abriendo con esto los incentivos a la corrupción en las formas de negociación”.
La congresista señaló que a esos prestadores la entidad les va a pagar de manera directa el 85 % del valor de las facturas sin auditoría. “Aquí el sistema se va a desfondear, vamos a tener escándalos como el de la hemofilia y todos estos carteles de pacientes fantasmas, de IPS fantasmas, casi que va a ser un tema del día a día (...) la corrupción de hoy va a ser cosa de niños, porque la que se viene va a ser muchísimo peor”.
Por otro lado, Juvinao denunció que en el nuevo proyecto las EPS (Entidades Promotoras de Salud) no desaparecen en lo que denominó la “reforma antisalud”.
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“El Gobierno las perfuma, les cambia el nombre, les quita funciones y les paga más. Las gestoras auditarán sus propias clínicas y ADRES les girará directo a 30 días sin controles. Negocio redondo y cuadrado por debajo de la mesa”, agregó.
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