Con la visita del presidente Juan Manuel Santos ayer a la zona veredal La Carmelita, en Putumayo, el mandatario dio por terminado el proceso de movilización de casi 7.000 guerrilleros a estas zonas. Anunció que con este traslado, oficialmente, inicia el proceso de desarme y reintegración.
Frente a esta etapa la ONU ha advertido que este nuevo paso puede tardarse debido a que muchas de las zonas están a media marcha en su construcción. Sin embargo, desde el Gobierno, se exigió ayer la activación inmediata de los protocolos y dejó claro que no cambiará el cronograma.
“A partir de este momento se activan las Zonas Veredales Transitorias de Normalización”, afirmó Santos, quien calificó como un “paso trascendental” la llegada a esos lugares de los integrantes de las Farc.
Sostuvo que lo ocurrido el fin de semana es “un hecho realmente histórico para Colombia porque terminó el proceso de movilización y las Farc iniciarán las etapas de desarme y reintegración. Siendo así, comienzan a aplicarse todos los protocolos del cese al fuego bilateral y definitivo y de la dejación de armas”, subrayó.
Santos aprovechó el escenario del inicio de esta nueva fase y le hizo un llamado al Congreso de la República para que acelere la aprobación de los proyectos para implementar los acuerdos.
Es importante destacar que la ONU este fin de semana advirtió de las dificultades logísticas que se han presentado en las zonas, por lo que pidió, entre otras cosas, evaluar la posibilidad de “recalendarizar” el inicio de la dejación de armas.
Frente a esto, el presidente Santos aseguró que el Gobierno ha evaluado el estado de las zonas y admitió que hay demoras. “Acordamos con los señores de las Farc que íbamos a establecer un procedimiento para poder resolver los problemas con la mayor rapidez posible. Nos interesa que estas zonas se terminen de construir lo más rápido posible (...) y si hay dificultades de cualquier tipo estamos empeñados en resolverlas”.