El diputado venezolano Julio Borges, designado por el líder opositor y presidente interino Juan Guaidó como jefe de delegación de su país en la Asamblea de la OEA, centró su declaración este jueves en la crisis política de su país y en solicitar la cooperación regional contra Nicolás Maduro.
“Hoy Venezuela es un país invadido por Cuba y hay que liberarlo”, dijo el opositor en medio de su intervención en Plaza Mayor, en Medellín, y agregó que “los militares venezolanos son arrestados e incluso torturados por agentes enviados desde La Habana”.
Borges también se refirió a la necesidad de la cooperación regional y resaltó otros casos en los que la OEA medió en crisis del continente, como el terremoto de Haití en 2012, el golpe de Estado de Fujimori en la década de 1990 en Perú, entre otras coyunturas.
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“El final de Maduro es la caída del Muro de Berlín para América Latina”, añadió el diputado. Antes de concluir su intervención, Borges dejó en el aire una frase a la libre interpretación: “Un hombre puede morir por su país, pero lo que no podemos permitir es que un país muera por un hombre”, refiriéndose a Nicolás Maduro.
El representante venezolano evitó hacer alusión a lo que sucedió este mismo jueves en la mañana, cuando la delegación de Uruguay abandonó la Asamblea General argumentando que permanecer en el evento implicaba “reconocer un nuevo gobierno en Venezuela”.
La de 2018 fue la última Asamblea General en la que participó un enviado del gobierno de Nicolás Maduro. Este año el país cuenta con una delegación elegida por el opositor Juan Guaidó, quien es reconocido como presidente por cerca de 60 paises.
Mientras, el oficialismo, argumenta que su país ya no es miembro de la OEA debido a que solicitó su retiro desde 2017.
Pero para el bando opositor, el país no se ha ido del organismo multilateral: “Venezuela nunca se ha ido de la OEA, Venezuela es parte de la OEA. No nos hemos ido ni nos vamos a ir”, dijo Borges.