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Víctor Hugo López y Alex Misas, trabajadores de EPM, se encontraron con una sorpresa en Tarazá: un oso perezoso estaba aferrado a los cables de luz.
La comunidad de El Doce, zona rural de ese municipio del Bajo Cauca, llamó en la mañana de este lunes a empresa con la angustia de que el animal se fuera al piso.
Misas y López llegaron al sitio y vieron que el oso perezoso estaba insolado: temían que sufriera una descarga eléctrica. Estos funcionarios tuvieron que llamar a Medellín para que se les autorizara el rescate de esta especie endémica de Centro y Sur América.
Una vez autorizados, quien tomó la iniciativa de amarrarse al poste fue Víctor. Este hombre de 38 años subió y se le vio conversar con el perezoso.
“Yo le decía que viniera, que no me tuviera miedo, que le quería salvar la vida. Le pedí que me escuchara, que lo iba a devolver a su hábitat”, le relató Víctor a El Tiempo.
El perezoso se dejó convencer por López y terminó por aferrarse a un palo de escoba. Así regresó a la libertad.
El animal fue evaluado y se encontró bien de salud. “Súbase al árbol. No se vaya a caer, hijo, vamos para arriba”, así se despidió Víctor del oso perezoso.