Tiendas D1, empresa donde ocurrió un hecho que consternó a las redes sociales donde se veía un hombre bebiendo jugos y volviéndolos a tapar, confirmó que el hecho se presentó en una de sus tiendas en Belén de Umbría, en el departamento de Risaralda, no en el sector de Belén, en la ciudad de Medellín, como en un principio se rumoró.
“Contrastando el video con nuestras cámaras de seguridad, se pudo establecer que los hechos sucedieron en nuestra tienda de Belén de Umbría en Risaralda. Hemos entrado en contacto con la policía de este departamento para identificar a la persona del video e instaurar las acciones legales por su irresponsable atentado a la salud pública”, confirmó la empresa en un comunicado.
El video causó en la mañana de este domingo indignación hasta del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, que en redes sociales se refirió a este tema pidiendo a las autoridades la máxima celeridad en la indagación y la detención de este sujeto.
El comandante de la Policía Metropolitana, general Eliécer Camacho, confirmó antes de conocer el informe de D1 que no tenía conocimiento del hecho, pero aseguró que investigarían la procedencia del video al ser una clara violación de las medidas sanitarias en medio de la pandemia.
“Vamos a ver cómo podemos ubicar a este hombre”, alcanzó a comentar el oficial antes de conocer la real ubicación de lo sucedido.
Por su parte, D1 agregó en su comunicado que la tienda en cuestión fue cerrada y se procedió a su desinfección total y al control del 100% del inventario para asegurarse que ningún otro producto haya sido afectado. “Adicionalmente, nuestros protocolos habituales, incluyen retirar de la venta los productos dañados o que se encuentran mal cerrados. Dentro del procedimiento a implementar, se verificará en caja que todas las bebidas que compran nuestros consumidores estén completamente cerradas”, agregó la compañía.
La empresa dijo que está comprometida con esclarecer este tipo de hechos y adaptar todos los protocolos de sanidad para el debido manejo de los productos “y no tener que volver a presenciar este tipo de actuaciones”, concluyó la empresa.
El hecho ha generado una gran indignación en redes sociales por el riesgo sanitario que implica.
Cabe señalar, que este sujeto podría pagar entre 4 y 8 años de cárcel por violar la medida sanitaria o hasta 10 años si se comprueba propagación de la epidemia.
