El mismo día en que Daniel Quintero afrontaba su primera jornada como alcalde suspendido de Medellín nombró el relevo de la Secretaría de Medio Ambiente. La movida ha levantado suspicacias, poniendo en entredicho la legalidad del nombramiento de Vanesa Álvarez Restrepo, quien asumió la vacante que dejó Juliana Colorado Jaramillo para irse a hacerle campaña a Gustavo Petro.
También ha saltado a la vista la cercanía entre la nueva funcionaria y el presidente del Concejo, Lucas Cañas, quien en días pasados salió en defensa del alcalde tras su suspensión. Además de sugerir que Quintero hizo el ajuste en tiempo récord, cuestión que es poco usual en estos casos, se ha dicho que la llegada de Álvarez obedece a un pago de favores. Su perfil, que es jurídico, no parece encajar con la vocación de la dependencia.
Con ella ya son tres los nombres que han pasado por la Secretaría: Colorado, su antecesora, y Diana María Montoya, quien asumió la Subdirección Ambiental del Área Metropolitana. Esto en medio de reclamos ciudadanos por la gestión del despacho que tiene a su cargo la ‘Ecociudad’, proyecto bandera del gobierno de Quintero.
“Un cargo amarrado”
El quid del asunto tiene que ver con una fecha. Hablamos del 11 de mayo, día en que Quintero nombró a Álvarez. El relevo quedó certificado mediante el Decreto 0324, que cuenta con las firmas del mandatario suspendido y de Vanessa González Montoya, secretaria de Gestión Humana.
Un día antes, el 10 de mayo, la procuradora Margarita Cabello dio a conocer la suspensión del mandatario por presunta participación en política. Lo que se dijo, una vez se conoció el acta de nombramiento de Álvarez, es que Quintero dejó amarrado el cargo o que, en su defecto, el decreto que así lo soporta carece de base en derecho.
La razón que han esgrimido desde algunas orillas es que, para entonces, Quintero ya estaba apartado de sus funciones. Sin embargo, Carlos Gómez Pavajeau, experto en Derecho Disciplinario, explicó que la cuenta debe hacerse a partir del decreto de suspensión emitido por la Presidencia y no desde el anuncio de la Procuraduría.
Así las cosas, el alcalde habría quedado sin decisión vinculante el mismo 11 de mayo, fecha en que el ministro del Interior Daniel Palacios expidió el Decreto 723, con el que se nombra al alcalde encargado tras la suspensión. Pero el asunto no es tan sencillo, según el constitucionalista David Suárez.
“Tocaría entrar a discutir sobre horas; si el nombramiento se hizo en la mañana o en la tarde. También influye el proceso de notificación sobre la suspensión”, afirmó el experto, para quien el asunto podría reducirse a un tema de filigrana muy complejo, y en el que difícilmente podría hablarse de una actividad dolosa.
La ausencia de la firma del alcalde (e) Juan Camilo Restrepo, en el acta de posesión de Álvarez —fechada el 17 de mayo— tampoco sería una falta de fondo. Según Suárez, bastaría con la aprobación de la secretaria de Gestión Humana para que esta asumiera como líder de despacho. “Es más una falta de respeto; un formalismo que no se dio”.
¿Y la relación con Cañas?
Álvarez ha ejercido como contratista del Municipio en varias entidades. Pasó por el Colegio Mayor de Antioquia, el Hospital La María y el Área Metropolitana. Sus especialidades son el Derecho administrativo y la contratación estatal. En su hoja de vida no figura experiencia en temas de medio ambiente.
Su vínculo como contratista en esta administración va desde el 13 de enero de 2020 hasta el 30 de julio de 2021, mes en que Cañas llegó al Concejo, asumiendo la curul de John Jaime Moncada, inhabilitado por parentesco. De ahí en adelante no aparece reporte alguno en el Sigep II respecto a los cargos que Álvarez ha ejercido.
“Vanesa me acompaña desde que estoy en condición de concejal; pasaron dos o tres meses y ella empezó a trabajar conmigo. Una semana o dos semanas antes —del nombramiento— me dijo que se retiraba, que le habían hecho una invitación”, sostuvo Cañas.
El concejal detalló que Álvarez le prestó asesoría jurídica en su unidad de trabajo. Alegó, sin embargo, que se enteró del nombramiento a través de las noticias. “Lo de la Procuraduría no tiene nada que ver con la llegada de Vanesa. La conozco, no la voy a negar, porque es una excelente profesional (...); además no tengo injerencia sobre la decisión de Quintero”, dijo.
Lo que aún genera ruido es la celeridad del nombramiento y la carta que, cinco días después, emitió Cañas rechazando la suspensión de Quintero. Los despachos de Movilidad y la Agencia de Cooperación e Inversión (ACI), que registraron renuncias en la misma fecha de la de Medio Ambiente, continúan acéfalos, lo que refuerza las suspicacias en torno a esta movida. La nueva secretaria no se pronunció previo al cierre de esta edición.