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Escuelas, hospitales y jardines cerca de las estaciones más contaminadas

  • Foto: Manuel Saldarriaga Quintero
    Foto: Manuel Saldarriaga Quintero
  • FOTO siata.gov.co
    FOTO siata.gov.co
  • Escuelas, hospitales y jardines cerca de las estaciones más contaminadas
20 de diciembre de 2019
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Hay por lo menos 48 lugares que albergan población vulnerable, es decir sensible a los altos niveles de contaminación, y que están cercanos a las estaciones que registran los mayores picos de material particulado en el área metropolitana.

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Entre ellos hay 12 hospitales y 30 colegios, además de jardines infantiles, parques, casas para adultos mayores y centros deportivos en lugares también muy urbanizados. ¿Qué se está haciendo para proteger a estas poblaciones y qué otras medidas se podrían tomar?

¿Por qué están las estaciones allí?

Carlos David Hoyos, director del Siata, afirma que en el área metropolitana hay 22 estaciones de monitoreo automático de PM2.5, el contaminante más dañino al que estamos expuestos en el Valle de Aburrá, además de estaciones para otros como el óxido de nitrógeno, óxido de azufre, el PM 10 y el monóxido de carbono para un total de 47.

“La idea era tener una representación de la calidad del aire más homogénea en todo el Valle de Aburrá, en particular con este contaminante crítico que es el PM 2.5. Para tener una representación con mayor densidad de población, donde realmente no se espera que las emisiones lleguen directas sino que haya un proceso de mezcla del aire”, explica Carlos Hoyos, director del Siata.

Según el funcionario, las estaciones de tráfico e industriales están ubicadas al lado de las emisiones, pero las estaciones poblacionales no. “La idea es mirar en sectores residenciales y escolares como está la calidad del aire, para identificar el material crítico PM 2.5., y que representan de manera más directa la afectación a la salud”, insistió.

El director del Siata explica además que se instalaron sensores en colegios, instituciones educativas y hospitales como el de La Estrella. “Es un tema logístico pero también que sensibiliza. En la instalación analizamos cosas como poder hacer proyectos educativos alrededor de estos registros de la calidad del aire”, sostiene Hoyos.

Sumadas a esas estaciones, el Área Metropolitana, adelanta desde hace algún tiempo un proyecto conocido como Ciudadanos Científicos, con sensores de bajo costo para medir la calidad del aire calibrados con respecto a las estaciones oficiales y acreditadas. El cual cuenta además con una aplicación para móviles muy útil.

FOTO siata.gov.co
FOTO siata.gov.co

“Existen 250 sensores en propiedad de la comunidad para hacer seguimiento a la calidad del aire. Esto nos han permitido conocer los sitios dentro de los barrios que pueden estar más contaminados que otros. También para anticiparnos a las condiciones en un momento dado”, concluye.

¿Cuáles son los grupos vulnerables y por qué?

María del Pilar Restrepo Mesa, subdirectora Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, explica que las poblaciones vulnerables son los niños, los adultos mayores, las mujeres en embarazo y las personas con afecciones cardiacas y pulmonares, las cuales deben tomar precauciones cuando las estaciones llegan al color naranja (dañina para grupos sensibles).

“Se debe reducir la exposición prolongada al aire libre. Para esas poblaciones la exposición debe ser máximo de una hora o dos, pero eso no quiere decir que no puedan salir a hacer actividades físicas. Cuando la calidad del aire es dañina y las estaciones en rojo se dice que se debe evitar la exposición prolongada, pero tampoco quiere decir que no puedan ir al colegio”, insiste la funcionaria.

William Parra Cardeño, médico neumólogo de la Clínica Las Américas, explica que los niños respiran el doble de inhalaciones cada minuto que un adulto, un total de 30 inhalaciones, por lo que están doblemente expuestos a la contaminación. El otro grupo, los adultos mayores son sensibles por su sistema inmunológico. Además las mujeres gestantes porque exponen al bebé que viene en camino.

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“El feto se expone a la contaminación de partículas muy pequeñas, de menos de una micra, que pasan al torrente circulatorio. Se han visto casos de mujeres gestantes que tienen niños con bajo peso, prematuros y con déficit de atención, además con su función pulmonar alteradas”, confirma Parra Cardeño.

Sobre los adultos mayores, explica que con los picos de contaminación suceden a picos de accidentes cerebrovasculares y problemas cardiovasculares. Carmen Elena Zapata, directora del Laboratorio Calaire de la Facultad de Minas de la U. Nacional, agrega que la contaminación es la primera causa de muerte por accidentes cerebrovasculares. Y retira que hay que tener especial cuidado con los niños y mujeres embarazadas.

“Los niños y los adolescentes todavía tienen un sistema inmunológico en desarrollo y por eso son mucho más sensibles a enfermedades que el adulto joven. Sobre las mujeres embarazadas, hay estudios que demuestran que las gestantes expuestas a niveles de contaminación altas su feto puede desarrollar diabetes, asma y problemas respiratorios. Los genetistas dicen que la contaminación daña la pared celular y el ADN de las células. A la larga se pueden producir mutaciones que todavía no sabemos cómo serían”.

Poblaciones vulnerables y expuestas

Sobre los 48 lugares identificados y que albergan poblaciones vulnerables los expertos insisten en que se deberían tomar medidas mucho más contundentes, pues existen las formas de alertar con estas estaciones sobre una exposición a mayor contaminación.

“Esa es la reflexión que hay que hacer. En esas instituciones donde hay una estación de medición de material particulado y donde confluye una avenida por un lado y una calle principal por el otro, quiere decir que esa población escolar está siendo sometida a una carga extraordinaria de material contaminante. Y si esa estación está marcando naranja o rojo se debería tomar la decisión de cancelar actividades escolares en esos días”, explica.

Según el experto, esa población infantil más adelante van a ser los asmáticos, con problemas respiratorios severos y van a ser candidatos a la Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) en la edad adulta, así no tengan una historia familiar de tabaquismo o exposición a leña, solo el material particulado los lleva a una Epoc, dice Parra.

Por ejemplo, la estación de Belén está ubicada en la institución educativa Pedro Justo Berrío y muchas veces registra nivel naranja, denuncias de habitantes del sector afirman que las busetas se parquean en la calle con los motores encendidos y estos en su mayoría funcionan con diesel.

“Estas instalaciones educativas que están en calles principales donde pasan buses, volquetas y camiones deberían reubicarse, porque son sitios de alta contaminación. Habría que reubicarlas mínimo 300 metros de estas vías principales. Y en la parte escolar decirle a los niños que no salgan a recreo en las primeras horas de la mañana, sino con buen sol de 10:00 a 11:00 de la mañana, cuando se disipa gran parte del material particulado”, pide el experto.

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Por otro lado, agrega que debemos llegar a medidas preventivas como planear los colegios, jardines infantiles y centros deportivos lejos de los sitios de alta contaminación. “En Estados Unidos las escuelas quedan a 500 metros de las avenidas principales. Es tener conciencia ambiental desde el punto de vista preventivo”, reitera.

En otros países están tratando de ubicar también los supermercados, centros comerciales, los parques, centros deportivos, en la periferia donde hay menos tráfico y fuera de las zonas de mayor concentración de contaminantes, asegura Carmen Elena Zapata, directora del Laboratorio Calaire de la U. Nacional.

La experta hace un llamado además a cambiar la resolución del Ministerio de Medio Ambiente para que las alertas se tomen en el momento en que las estaciones registran nivel naranja y ya hay una población vulnerable afectada. “Sería importante hacer un llamado a una modificación a la resolución, porque tomamos medidas muy tarde. Las acciones se toman después que han pasado dos o tres días de estaciones en naranja y una gran población vulnerable ya ha estado expuesta a altas concentraciones”.

Estudios lo confirman

Según un estudio realizado por la Universidad Nacional y la Contraloría de Medellín, entre 2012 y 2017, la población cercana a cuatro estaciones de medición de calidad del aire, estuvo expuesta 2.593 veces a niveles de contaminación de material particulado de tamaño de 2.5 micras por encima del límite permisible (que era 50 mg /m3 para 24 horas).

El análisis se centró en los datos de las estaciones Tanques de la Y de EPM en El Poblado, Museo de Antioquia, Universidad Nacional núcleo Cerro el Volador y UNE casa Yalta Poblado en Los Balsos. Y determinó que la emisión de PM2.5 en el Valle de Aburrá es de 1.230 toneladas por año, provenientes de fuentes móviles y fijas, con una participación de 70% y 30% respectivamente.

Por otro lado, reveló que el promedio en los seis años analizados la población de Medellín estuvo expuesta 1.984 veces a altos niveles de contaminación del PM10, por encima del límite permisible (100 microgramos/m3 para 24 horas).

El análisis identificó además cinco zonas como las más contaminadas: el Centro (comuna de la Candelaria, estaciones Museo de Antioquia y San Antonio), seguido del intercambio vial del Politécnico Jaime Isaza Cadavid en El Poblado, la Universidad Nacional Cerro el Volador, la comuna de Robledo y la comuna del Estadio.

Se encontró además que al año hay cerca de 600.000 consultas en los centros asistenciales por afección respiratoria por ERA (enfermedad respiratoria aguda).

Población vulnerable en las zonas con el aire más contaminado de Medellín

En esos años hubo 3.642.809, casos atendidos en los tres servicios (consulta externa, hospitalización y urgencias). Y la información de Secretaría de Salud, validada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) mostró 22.922 casos de defunciones asociadas al ERA. El mayor número se dio en las comunas de Belén, Laureles y Estadio, seguidas por Doce de Octubre, Aranjuez, Manrique y La Candelaria (centro).

Los barrios con el mayor número de muertes están en zonas con más alto flujo vehicular o son barrios con líneas de origen destino muy altas con viajes. Como el Centro que recibe más de 1.200.000 viajes, seguida por El Poblado con entre 700.000 y 900.000 viajes día y luego Laureles-Estadio que recibe entre 400.000 y 600.000.

La mayor mortalidad se presenta en Laureles, seguido de Castilla y Prado. Según el estudio el 80 % de las muertes por ERA son de personas mayores de 60 años, uno de los grupos vulnerables.

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