El nuevo hospital de La Estrella es un edificio de lujo, con un área construida de más de 3.000 metros cuadrados, acabados modernos y todas las comodidades para que los pacientes y sus acompañantes se sientan atendidos con total dignidad.
En su construcción se invirtieron cerca de $13 mil millones: 10.900 millones aportados por el Área Metropolitana y el resto por el Municipio, que puso el lote y la dotación para el área de Urgencias.
Esta sola sección supera los 1.300 metros cuadrados de área que tenía la vieja sede, construida en 1973 y que ya resultaba obsoleta e insuficiente para atender la demanda de un municipio que supera los 62.000 habitantes.
El gerente de la institución, Luis Carlos Villada, sostiene que los grandes ganadores con la nueva sede son los usuarios, que tendrán confort para sus visitas y consultas.
“Antes les tocaba quedarse prácticamente afuera a esperar los turnos en urgencias, ahora lo hacen mucho más cómodos”, expresa.
Sin embargo, el panorama no es diferente al que traía el hospital en lo financiero y lo administrativo, pues el edificio no cambia esa situación, que es de aparente crisis.
“Tenemos un déficit de $500 millones y no hemos podido acceder a recursos de cuentas maestras por estar dentro del Plan de Gestión Integral de Riesgo”, precisó.
Son cerca de $3.000 millones de aportes del Gobierno Nacional de los que el hospital no puede disponer por el riesgo financiero. Al momento se les adeudan salarios y prestaciones a los empleados, cuya planta es de cien personas y no se puede crecer.