El trayecto nocturno que todos los días recorre entre la Aguacatala y Niquía en su motocicleta María Alejandra Restrepo, una auxiliar de enfermería de tan solo 20 años, se convirtió en una pesadilla el pasado jueves cuando un habitante de calle la atacó con un vidrio en inmediaciones de la plaza Minorista.
El hecho ocurrió a eso de las 8:20 de la noche en la avenida Regional. De acuerdo con el relato de la víctima, ella tuvo que reducir la velocidad por un pequeño trancón, hecho que aprovechó un sujeto que iba caminando para atacarla sin mediar palabra.
“El hombre apareció de la nada y me tocó la mano. Cuando volteé a mirar inmediatamente me atacó y mi reacción fue acelerar porque pensé que me iban a robar la moto”, narró Maria Alejandra quien producto de las cinco heridas que le propinó el sujeto (tres en la cara y dos en el brazo izquierdo) estuvo cuatro días hospitalizada en la Clínica Universitaria Bolivariana.
María Alejandra fue dada de alta en la noche del domingo de la Clínica Bolivariana y estará por lo menos 20 días incapacitada. En ese centro hospitalario la joven fue sometida a una cirugía plástica por las heridas sufridas en el rostro, en el brazo 19 puntos de sutura fueron necesarios.
En la Minorista arrancó segunda fase de intervención
A pocos metros de donde ocurrió el ataque contra María Alejandra estuvieron instalados durante dos meses y medio más de 200 habitantes de calle, en una manga aledaña al costado norte de la plaza Minorista, que obligó incluso a cerrar una vía pública.
Esta semana arrancó la segunda fase de la intervención que busca redireccionar hacia diferentes ofertas institucionales a estas personas que representan un riesgo para la seguridad del sector y que vienen de ocupar lugares en el centro de Medellín (Avenida De Greiff).
Lucas Arias Vélez, líder del proyecto de la Secretaría de Inclusión, Familia y Derechos Humanos, señaló que la idea no es atomizar el problema como viene ocurriendo y que simplemente se traslade a otro sector de la ciudad:
“Esta semana se comenzó con el desmonte de unas carpas con puntos de hidratación que se había instalado allí donde están asentados, se hizo un cerramiento con vallas para evitar que esta población sea atropellada y el lunes se abrió finalmente la vía luego de un trabajo de sensibilización. La idea es que pasen a ser atendidos con una oferta que se viene abriendo como las granjas de resocialización e inaugurar un nuevo centro de atención en Barrio Triste que estará listo en poco más de un mes y que tendrá una capacidad de entre 300 y 400 personas”.
Esto, de acuerdo a la Secretaría de Inclusión Social , para lograr que finalmente esa población que permanece en inmediaciones de la Minorista finalmente sea conducida a un lugar nuevo dado que los Centro Día están desbordado y tienen más personal de la capacidad instalada.