La justicia acaba de castigar un brutal e indignante caso de maltrato animal cometido en una finca del corregimiento La Herradura, ubicado en Armenia Mantequilla, en el Occidente antioqueño. Allí, el 5 de septiembre de 2023, una mujer causó graves quemaduras a una perrita luego de que le sumergiera la cabeza en agua hirviendo, según confirmaron las autoridades durante las investigaciones.
Este fin de semana, la Fiscalía General de la Nación informó que un juez condenó a la mujer a seis meses de prisión y le impuso una multa de 2.5 salarios mínimos mensuales legales vigentes, luego de que ella aceptara, a través de un preacuerdo, su responsabilidad en el delito de maltrato animal.
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Por cuenta de este delito, la perrita llamada Dulce sufrió quemaduras de segundo y tercer grado y tuvo que ser rescatada en su momento de la finca por autoridades municipales para poder brindarle la atención requerida. De acuerdo con el informe que entregó la Fiscalía sobre este caso, los especialistas encontraron que el animal de compañía también presentaba signos de desnutrición y problemas en los ojos que no fueron atendidos debidamente.
Fue así que el caso llegó a manos de fiscales del Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal (Gelma) que logró la condena en contra de esta mujer, una más de las que se han obtenido en Antioquia y otros lugares del país por estos hechos que están tipificados como delito.
Este grupo permite que existan personal y capacidades técnicas instaladas en la Fiscalía para trabajar en articulación con otras autoridades de forma exclusiva en investigar y judicializar casos en los que se maltraten animales, lo cual no se refiere solo a golpes. Otros tipos de maltrato son el cautiverio de fauna silvestre y las conductas humanas que causen en los animales hambre o sed, malestar físico o dolor injustificados, enfermedades por negligencia o descuido, condiciones de miedo o estrés e imposibilidad para manifestar su comportamiento natural. También, están las agresiones, golpes o heridas y el maltrato mental, dentro del cual está el abuso sexual.
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Esto está amparado en la dignidad animal, que no es otra cosa que reconocer que estas especies son seres independientes y tienen la capacidad de percibir sensaciones y emociones. Es por ello que la Ley 1774 de 2016 no solo habla de maltrato físico, sino también del emocional. Se les tiene que reconocer a los animales casi que una salud mental adecuada.
