“Soy un administrador de negocios y con mucho esfuerzo he realizado 2 maestrías en el exterior...”, dice el concejal Albert Yordano Corredor Bustamante en un perfil que publica el portal Al Poniente, de la Secretaría de Educación de Antioquia. Sin embargo, por lo menos en uno de esos títulos no se debió tallar demasiado porque se los otorgó una entidad educativa donde su familia tenía gran influencia y el certificado de la tesis aparece firmado por él mismo.
De acuerdo con documentos en poder de EL COLOMBIANO, el 13 de febrero de 2018, el trabajo de grado de Corredor, titulado “Estudio cuantitativo sobre las percepciones de los empleados sobre salario emocional”, recibió el visto bueno de él mismo en su calidad de “board member” (miembro de junta) del Censa International College (CIC) de Miami, que aparecía como filial del Censa, un instituto creado por la familia Corredor en Medellín.
Y un dato curioso más: un coautor del texto con el que optó por el título de magister en Administrador de Negocios Internacionales es el hoy alcalde Daniel Quintero Calle, que por el tiempo en que habrían hecho la maestría trabajaba con él en el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones. La segunda maestría de Corredor —que cursó casi al mismo tiempo— es en administración y gestión de empresas de la Universidad de Miami.
De manera paradójica, Quintero reporta en su hoja de vida una maestría en administración de negocios de la Universidad de Boston, pero no la que hizo con su amigo Yordano en el centro educativo donde los Corredor, padre e hijo, tenían cargos directivos.
Una fuente cercana a esa institución le relató a este diario que el CIC se creó hacia 2013 debido a que en Colombia las dos organizaciones ligadas hasta entonces con el Grupo Censa solo podían ofrecer carreras técnicas (el Centro de Sistemas de Antioquia), tecnológicas y profesionales (Corporación Universitaria de América, CUA), pero no títulos de postgrado.
“Lo montaron en Miami en alianza con un estadounidense, porque en ese país la educación tiene menos controles ya que no depende del gobierno federal sino de los condados; sin embargo, (los Corredor) nunca figuraron en documentos”, explicó la fuente.
Así, aunque solo tenía la Maestría en Negocios Internacionales, el CIC se convirtió en una prolífica cantera de títulos con los cuales muchos allegados a la administración actual de Medellín y a la familia Corredor pudieron acreditar idoneidad profesional, con el plus de que el diploma lo otorgaba una entidad en el exterior emparentada con el Censa.
De paso, quienes actuaban como tutores de las tesis acumulaban puntos para clasificarse dentro del escalafón de investigadores del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCiencias) y las instituciones con las cuales estos laboraban podían obtener el reconocimiento de sus grupos de investigación y acrecentar su goodwill por la producción investigativa.
En una revisión de los certificados acopiados para la acreditación ante el MinCiencias, EL COLOMBIANO corroboró que habría inconsistencias dignas de emprender por lo menos una indagación administrativa por parte de esa cartera, así como en la de Educación.
En el año en que les aprobaron la tesis a Quintero y Yordano Corredor, el mismo MBA le fue otorgado a Laura Estefany Bustamante, prima del concejal y en la época vicerrectora general de la CUA.
Laura Estefany hizo su tesis con los esposos Claudia Marcela Montoya y Mauricio Stiven Echeverri. Y estos dos últimos aparecen como tutores del trabajo de grado de Yordano y Quintero. Y más curioso aún es que los cuatro eran parte de la misma promoción.
El 13 de febrero de 2018 el CIC certificó los trabajos de grado a por lo menos 35 estudiantes en su MBA de Miami y de manera simultánea, siete de los autores actuaron como tutores de sus propios compañeros. Albert Corredor Gómez, rector del Censa sede Medellín, asesoró 4 trabajos de esa maestría; su hijo Albert Yordano también 4; Claudia Marcela Montoya, 4; Laura Estefany Bustamante, 4; Leidy Catalina Acosta, 3; Mauricio Stiven Echeverri, 4, y su hermano Camilo Andrés, 3. Es decir que los mismos alumnos tuvieron incidencia en la calificación de 26 de sus compañeros, toda una rareza en el mundo académico.
En redes, la Corporación Universitaria Americana hace alarde de la clasificación de siete docentes como investigadores senior ante el MinCiencia, 28 como asociados y 12 junior.
La experiencia investigativa y docente del MBA de Miami ayudó a que en la convocatoria del MinCiencias que cerró en el año 2018, posicionaran a Óscar Andrés Cuellar Rojas —rector de la sede del Censa en Montería— como investigador senior; y como investigadores asociados a Albert Corredor padre, Leidy Catalina Acosta, Camilo Andrés Echeverri, Mauricio Echeverri, Jorge Eliécer Villarreal, Claudia Montoya, y Dany Esteban Gallego, el otro compañero de tesis de Quintero y Yordano Corredor.
Adicionalmente, la indagación de EL COLOMBIANO encontró otros hechos curiosos. La tesis “análisis de los procesos de contratación pública desarrollada en el municipio de San Luis de Gaceno Boyacá y la vinculación de la comunidad en dichos procesos”, presentada por Alexandra Gómez en el CIC tiene un título idéntico en el repositorio de tesis de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), con fecha de 2015 —tres años antes de la suya—. Los tutores en el CIC fueron el hoy concejal Corredor Bustamante, Leidy Catalina Acosta y Claudia Marcela Montoya.
El mismo fenómeno de tesis con títulos iguales sucede con el “Estudio de factibilidad para la creación de una empresa prestadora de servicios logísticos”, cuyos autores en el CIC, en 2018, fueron Santiago Botero y Alexandra Burbano, y en la Universidad Católica de Valparaíso (Chile) en 2007 es Pablo Andrés Machuca Riffo. Como asesores del CIC actuaron Laura Estefany Bustamante, Lina María Gallego y Jorge Eliécer Villarreal.
Este medio le repitió a Alexandra Gómez el nombre de su tesis y le preguntó si era de su autoría. En un primer momento respondió que no, y al señalarle que con esta se había graduado del MBA cambió la respuesta; ante la contradicción evidente dijo: “Me toma por sorpresa, voy a buscar”. Por su parte, Santiago Botero tampoco recordó el título y no tenía claro con quién había hecho su trabajo de grado.
Ambos aseguraron al final que, en todo caso, sí las habían hecho. El problema es que las tesis no las publicaron en la web ni existe un repositorio del CIC para constatar la información. Tampoco aparecen en el Censa ni en la CUA de Medellín.