El corregimiento Manzanillo, de Itagüí, se ha ido poblando al rededor de 24 ladrilleras legales, lo que le ha generado dificultades de movilidad, calidad del aire y suministro de agua potable.
Con el fin de delimitar las áreas urbanas y aumentar la zona de protección del bosque del Distrito de Manejo Integrado del cerro Manzanillo, que comprende tres kilómetros cuadrados de los siete que tiene el corregimiento, la Alcaldía invertirá 50 mil millones de pesos para ampliar las vías, construir parques, escenarios deportivos, centros de desarrollo infantil, acueductos, alcantarillado y compra de predios para reforestar.
El alcalde de la población, León Mario Bedoya, anunció que, con la asesoría de la Empresa de Desarrollo Urbano de Medellín (EDU), ya conformaron un equipo de expertos y habitantes del corregimiento para hacer los diseños y empezar las obras, que espera terminar en los dos años que le faltan de gestión.
Dijo que otra actividad que realizarán en esta zona rural será la titulación y legalización de varios predios y se controlarán las invasiones.
En cuanto a las ladrilleras anotó que estas empresas generan el empleo para la mayoría de habitantes del corregimiento, por lo que buscarán que cada día tengan una producción más limpia y respetuosa del medio ambiente.
Bedoya añadió que, por los costos de la tierra en el lugar, algunas de estas ladrilleras están realizando planes de abandono con el fin de venderlas para unidades residenciales, pero a esta dinámica también buscarán ponerle un límite.
Normandy Dávila, quien vive en El Pedregal, una de las ocho veredas que tiene el corregimiento, comentó que uno de los problemas que los afecta es que, con el aumento de la población, las vías que tenían quedaron cortas para el alto flujo de camiones y volquetas cargadas con adobes que transitan por ellas.
Juan David Cardona, de la vereda Los Gómez, anotó que otro problema del corregimiento es el de la falta de arborización.
Carlos Mieles, secretario de Medio Ambiente, de Itagüí, resaltó que este plan les permitirá comprar predios para continuar con la preservación y conservación del área boscosa del cerro.
Indicó que, como todas las ladrilleras tienen sus licencias, títulos mineros y concesiones de agua, están constantemente realizando acciones de vigilancia y control.
La recuperación del Manzanillo será vital para mejorar la calidad del aire de Itagüí, una de las poblaciones más afectadas por la polución en el Valle de Aburrá.
