Las lluvias en el barrio Villa Ventura, en Itagüí, significan desde hace seis años noches en vilo y sacadas de agua a punta de escobas y trapeadoras al ver que las aguas negras se entran a las viviendas por los sifones, inodoros y hasta por los tomacorrientes. Todo porque, según las denuncias de los vecinos, la construcción de tres conjuntos residenciales saturó el vetusto alcantarillado que por décadas evacuó las aguas residuales de este sector de Santa María n.°1.
La pesadilla comenzó en el 2018 cuando la constructora Capital Medellín S.A.S. ejecutó estos tres proyectos en la parte alta del barrio, en la que, a medida que se trasladaron sus ocupantes, las redes se quedaron insuficientes, principalmente cuando las lluvias son más intensas, indicaron los residentes del sector desde hace más de 30 años.
Hace cinco años, Capital construyó la primera unidad en el sector: Sendero Verde, conformada por 800 apartamentos distribuidos en 15 torres. La siguió Villa Verde, con cuatro torres de 22 pisos, y finalmente se entregará el proyecto Bulevar Verde, con ocho torres de 20 y 25 pisos.
Las tres obras suman 1.494 apartamentos que descargan sus desechos en el mismo sistema de alcantarillado, construido a comienzos de la década del 90 para 357 viviendas, pero hoy en día soporta 2.044 viviendas, generando el colapso del sistema ante las lluvias, afirmó Nine Londoño, veedora Ciudadana Amiga.
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“Las aguas negras, con materia fecal, toallas higiénicas y lodo se filtran por los sifones, baños y hasta por los tomacorrientes”, contó una afectada del barrio, quien vive en una constante zozobra por el riesgo de electrocutarse o de los problemas de salud pública ante la presencia de estos desechos, su vivienda contaminada y sus muebles mojados.
Los residentes han solicitado ayuda a EPM y a la Alcaldía de Itagüí sin recibir respuestas claras. Afirman que las autoridades se culpan mutuamente y no brindan soluciones. Wilfredo Madrigal, secretario de Infraestructura, prometió el pasado 28 de mayo mesas de diálogo para solucionar el problema: “Nuestro compromiso total para en los próximos días con EPM citar estas mesas de diálogo y poder conjuntamente dar una solución a estas familias”, dijo. Los afectados aseguran que hasta la fecha no han sido contactados nuevamente.
Las visitas de EPM para verificar el alcantarillado no son efectivas, ya que los funcionarios no llegan en momentos de inundación, lo que impide evaluar la situación real. Un ejemplo ocurrió el 9 de junio, cuando varias viviendas se inundaron y EPM realizó la visita dos días después, sin presencia de lluvia, y no encontraron ninguna afectación.
¿Quién responde?
La alcaldía envió a inspeccionar en marzo de 2019 a un ingeniero, quien sugirió como solución realizar obras de drenaje e impermeabilización en las viviendas afectadas. Sin embargo, los residentes consideran que esta no es una solución de fondo, ya que el problema radica en la incapacidad del alcantarillado para atender el volumen de agua y residuos.
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EL COLOMBIANO contactó en múltiples ocasiones a la Constructora Capital, sin tener una respuesta. También se buscó a la entonces contratista Claudia Castaño, de la Secretaria de Infraestructura, quien el 24 de octubre del 2018 firmó la respuesta al radicado interpuesto por una afectada. Se dijo en ese momento: “No se logró evidenciar que la situación que se presenta al interior de la misma sea por responsabilidad del Municipio de Itagüí”. En días recientes, Castaño le respondió a este medio que desconoce y no recuerda el tema.
El problema parece no acabar
Los residentes de este sector han sufrido pérdidas económicas y materiales debido a las inundaciones.
Noralba Giraldo lleva 29 años en su vivienda, la cual es también local de papelería. Perdió más de 12 millones de pesos en equipos como impresoras, computadores, cartulinas y muebles por esta situación, solo por contar una de las tragedias.
A esto se suma la desvalorización de las viviendas, además de que muchos optan por no venderlas para no perjudicar a los potenciales compradores. “Yo como voy a vender algo que yo sé que está mal, como le voy a hacer ese mal a alguien. Además, es mi casa que he construido con tanto esfuerzo y veo como se deteriora”, dijo Noralba.
