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Poquito y maluco: deportistas denuncian fallas en la alimentación en los Juegos Departamentales
Aunque Indeportes firmó un convenio por $5.233 millones para garantizar ese servicio, las quejas se volvieron el pan de cada día en las competencias.
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Decenas de deportistas y entrenadores han tomado registro de las comidas servidas en los Juegos Departamentales, quejándose por su calidad. FOTOS: CORTESÍA -
Uno de los desayunos servidos a los competidores solo estaba compuesto por una tajada de pan, un huevo cocido y una salchicha. FOTO: CORTESÍA -
Cerca de 7.000 personas de todos los rincones de Antioquia dependen de la alimentación que contrató Indeportes para los juegos. FOTO: CARLOS VELÁSQUEZ -
El pasado miércoles 14 de diciembre, un equipo fotográfico de EL COLOMBIANO verificó los alimentos servidos y no encontró mayores reparos entre los comensales. Un día atrás sí hubo quejas. FOTO: CARLOS VELÁSQUEZ.
15 de diciembre de 2022
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Con un desfile de delegaciones de todos los rincones del departamento, la actuación de una banda sinfónica y hasta una soprano, el pasado lunes 5 de diciembre se encendió la llama olímpica en el estadio de Ditaires para inaugurar la versión 45 de los Juegos Departamentales de Antioquia.
En un evento encabezado por el gobernador Aníbal Gaviria; el nuevo gerente de Indeportes, Carlos Ignacio Uribe Tirado; y hasta congresistas, comenzaron las justas más importantes para las futuras figuras del deporte antioqueño, con la promesa de ser “los mejores juegos departamentales de la historia”, según expresó el alcalde de Itagüí, José Fernando Escobar.
Después de la música y las luces, los deportistas y sus entrenadores fueron citados a la denominada Villa Olímpica, con sede en la Institución Educativa Concejo de Itagüí, para recibir la primera cena del evento. Sin embargo, para su sorpresa, muchos deportistas ni siquiera pudieron comerla.
“Querían meternos a todos en el mismo espacio y la logística se desbordó. Hubo personas que tuvieron que hacer filas de cuatro horas para recibir el plato de comida, otros nos cansamos y desistimos porque a la mañana siguiente teníamos que competir”, le señaló una entrenadora a EL COLOMBIANO.
A la mañana siguiente, esa delegación no solo tuvo hambre de gloria, ya que el desayuno y el almuerzo tampoco llegaron. “Mi jefe tuvo que enviar dinero para ir con mis deportistas a comer. En la noche, cuando llegó la comida, nos encontramos todos los platos en el piso y había muchas personas manipulando el alimento, esa situación no fue la más agradable. Ya no me provoca comer aquí”, lamentó la entrenadora.
Los deportistas que sí alcanzaron a desayunar -coincidieron representantes de Apartadó, San Pedro de Urabá, El Bagre y Jardín- recibieron un huevo cocido con cáscara, dos galletas de soda y un pan redondo.
Uno de los desayunos servidos a los competidores solo estaba compuesto por una tajada de pan, un huevo cocido y una salchicha. FOTO: CORTESÍA
“En los días que hemos estado en los departamentales la comida ha sido muy decepcionante. Nos han dado muy poca alimentación y otras no tienen buen sabor. Me toca ir a comprar en otros lados para poder complementar”, denunció un deportista de Apartadó, que prefirió también mantener su identidad bajo reserva.
Aunque desde Indeportes Antioquia, entidad a cargo de la alimentación, su gerente Carlos Ignacio Uribe asegura que el servicio se ha prestado la mayor parte del tiempo sin problemas, decenas de fotografías tomadas por deportistas ponen en duda los controles del instituto para garantizar la correcta prestación del servicio.
“Acá hay un esfuerzo muy importante de esta institución. Efectivamente tuvimos una dificultad el primer día, yo fui el primero en recibir las fotos e inmediatamente activamos a todo el equipo. El segundo día estábamos en proceso de mejora, también hemos sido conscientes de eso. Pero que ha sido una generalidad, que la alimentación de los juegos haya sido mala, yo tengo que decir que no tenemos esa información. Por el contrario, seguimos trabajando y seguimos buscando mejorar”, expresó Uribe Tirado.
Según puede observarse en varias fotografías tomadas por los mismos competidores y conocidas por este diario, muchos de los desayunos entregados en el evento no parecen encajar con la minuta establecida en el contrato que, de acuerdo con Indeportes, debe constar de una fruta, una bebida caliente, dos porciones de harinas y una proteína con gramajes estandarizados.
Deportistas consultados aseguran que sus desayunos durante las competencias han incluido harinas como galletas o arroz y proteínas como salchichas o huevos duros, pero no en las cantidades exigidas para un deportista en proyección.
“Casi todos los días la alimentación ha sido igual. En el desayuno nos sirven dos o tres cucharadas de arroz y los deportistas siempre debemos alimentarnos bien. El huevo lo sirven congelado y muy poco, a veces las carnes no están bien cocidas. Ayer (martes 13) la cena fue una presa de pollo y el arroz recalentado del desayuno”, aseguró el jugador de Apartadó.
Así se contrató la comida
Pese a que desde el pasado 5 de diciembre son cerca de 7.000 las personas cuya alimentación ha quedado en manos de la logística de los juegos, muy pocos dan razones de cómo se contrató el servicio.
Al ser interrogado sobre ese punto, el gerente Uribe Tirado precisó que la comida se pagó a través de un convenio que Indeportes firmó con la recién creada Empresa de Parques y Eventos de Antioquia (Activa), una empresa industrial y comercial del Estado que hace parte del conglomerado de la Gobernación desde febrero de 2021 y cuya misión consiste en encargarse de la logística de múltiples eventos públicos.
Cerca de 7.000 personas de todos los rincones de Antioquia dependen de la alimentación que contrató Indeportes para los juegos. FOTO: CARLOS VELÁSQUEZ
En el caso de los juegos, de acuerdo con la información entregada por Indeportes vía correo electrónico, dicho convenio aparece identificado como el contrato interadministrativo 562 de 2022, por un valor de $5.233 millones y el objeto de apoyar la realización de los zonales subregionales y el departamental final de los juegos.
A través de ese contrato, precisó Uribe Tirado, Activa subcontrató a un operador para encargarse de la alimentación, identificado como Imagroup S.A.S.
Aunque el instituto se abstuvo de entregar el valor concreto de ese contrato, sus plazos y funciones, en el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (Secop) reposa un contrato firmado entre Activa e Imagroup S.A.S. desde el pasado 2 de diciembre, por un valor de $996 millones.
Con un plazo de ejecución hasta el 31 de diciembre, el contrato incluye la entrega de 11.300 desayunos, almuerzos y cenas para las delegaciones; 2.286 desayunos, almuerzos y cenas para las autoridades de juzgamiento; la coordinación de los jueces de varias disciplinas; y servicios de transporte, alojamiento y hasta ambulancia.
Según aparece en el Secop, Imagroup ya tiene antecedentes con Activa, principalmente por cuenta de otro contrato por $440 millones para la operación de la ciclovía habilitada en el autódromo de Bello, cuya acta de inicio fue firmada el 1 de agosto y tiene un plazo hasta el 31 de diciembre de 2022.
Cuestionan intermediación
Múltiples funcionarios consultados al interior de Indeportes, que prefirieron mantener su identidad bajo reserva, recordaron que los problemas en la alimentación en los eventos a cargo del instituto no son nuevos y se vienen presentando por lo menos desde los últimos tres años.
En el caso de los Juegos Departamentales, muchos ven con preocupación que la institución insista en mantener un esquema de contratación con intermediarios, que en el pasado no ha dado buenos resultados.
Por ejemplo, advirtió otra fuente de la entidad, pese a que el instituto tiene una nutricionista que se encarga de manejar la minuta de los deportistas e incluso realizar inspecciones en las cocinas, pocos han sido los controles de este tipo en los juegos.
Al ser interrogado sobre las razones por las que el instituto decidió contratar la alimentación con la intermediación de Activa, el gerente Uribe Tirado argumentó que ese esquema garantizaría un mejor servicio y menos riesgos para Indeportes.
“Indeportes está especializado en promover labores de deporte, recreación y actividad física. Nuestra capacidad está orientada a tener instructores y profesores. Por su puesto tenemos una capacidad administrativa y una capacidad de estructurar ese tipo de proyectos; sin embargo, el desgaste y los riesgos que tendríamos en desglosar un proyecto de esta magnitud con diferentes tipos de contratistas se vuelve muy complejo, porque aquí hay una integración y una interacción en los distintos procesos”, dijo Uribe.
“Desglosar un proyecto de estos puede ser mucho más complejo, entonces lo que hacemos es que, a través de un operador que tiene la capacidad, el conocimiento y la experticia de todas esas labores de logística poder tener un mejor desarrollo”, agregó el gerente, defendiendo la logística de los juegos e insistiendo en que los problemas en la alimentación solo han sido casos aislados.
¿Comida para deportistas?
Con base en las fotografías entregadas por deportistas y entrenadores, este diario consultó con varios nutricionistas si los alimentos distribuidos en los juegos cumplirían con los requerimientos básicos que necesitan los competidores.
Según advirtieron los expertos, el análisis no es tan simple, ya que cada deportista y disciplina tienen necesidades muy específicas, que deben estar consignadas en una minuta de alimentación.
“Antes de repartir estos alimentos se tendría que tener en cuenta de qué disciplina son los deportistas y si son preparados para precompetencia o poscompetencia. Para el deportista, claramente, la alimentación tiene que ser diferencial y, al menos en las fotografías, faltaría completar la proteína y las frutas y vegetales”, señaló la nutricionista Gisela Pedraza.
Al ser interrogado sobre este punto, el equipo gerencial de Indeportes sostuvo que las minutas aprobadas para los juegos incluyen frutas, carbohidratos y proteínas con mezclas y gramajes estandarizados.
Aunque el instituto no anexó dichas minutas, ni explicó con claridad cómo estaban compuestas, el equipo directivo se mantuvo en que la comida entregada cumple con los requisitos y cada uno de los deportistas tenían cubiertas sus necesidades calóricas para competir.
“Este tema de este evento es de un esfuerzo gigante, maratónico. No vamos a tapar el sol con una mano, efectivamente hubo un problema, somos conscientes y por eso hemos actuado y estamos haciendo todas las labores administrativas y de compensación a los deportistas”, expresó Uribe Tirado.
Para verificar las denuncias, un equipo periodístico de EL COLOMBIANO realizó varias visitas al sitio de concentración de los deportistas, los pasados 13 y 14 de diciembre.
Mientras en la primera visita la mayor parte de los competidores se quejaron de los alimentos y allegaron múltiples fotos que ponen en duda la variedad e integralidad de los platos, en la segunda un equipo fotográfico tomó registro de los almuerzos servidos y no encontró mayores reparos entre los comensales.
El pasado miércoles 14 de diciembre, un equipo fotográfico de EL COLOMBIANO verificó los alimentos servidos y no encontró mayores reparos entre los comensales. Un día atrás sí hubo quejas. FOTO: CARLOS VELÁSQUEZ.
Al margen de este debate, para varios funcionarios con larga trayectoria en Indeportes el resurgimiento en los problemas de alimentación es visto con preocupación, sobre todo por los antecedentes que arrastra la entidad desde 2018, cuando estalló el escándalo de contratación que en su momento fue conocido como “el barril de los puercos”.
Pese a que en dicho caso la mayor parte de las investigaciones recayeron sobre un contrato firmado entre Indeportes y Fedelian para la el pago de entrenadores deportivos (que terminó en varias condenas de altos directivos), también salió a flote uno de alimentación, derivado de un convenio interadministrativo entre Indeportes y Metroparques y que terminó cayendo en manos de una agencia de publicidad cuestionada.
Aunque para muchos ese capítulo ya se pensaba cerrado, el temor ahora es que los problemas resurjan y los deportistas sean otra vez los que paguen los platos rotos.
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