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¿Por qué demolerán el edificio Mónaco, que era de Pablo Escobar?

Antigua vivienda de Pablo Escobar será derribada en febrero. Esta es la justificación y las voces en contra.

  • La edificación ha sido sede de diversas entidades públicos y privadas. El abandono es evidente. Será demolido en febrero. FOTOS RÓBINSON SÁENZ
    La edificación ha sido sede de diversas entidades públicos y privadas. El abandono es evidente. Será demolido en febrero. FOTOS RÓBINSON SÁENZ
  • ¿Por qué demolerán el edificio Mónaco, que era de Pablo Escobar?
  • ¿Por qué demolerán el edificio Mónaco, que era de Pablo Escobar?
08 de noviembre de 2018
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Salió del anonimato cuando el 13 de enero de 1988 un vehículo cargado con 80 kilos de dinamita explotó en sus afueras, convirtiéndose en el primer carrobomba en la historia de Colombia. En el ataque terrorista, perpetrado dentro la guerra entre los carteles de Medellín y Cali, murieron tres personas y 10 más resultaron heridas, entre ellas, la hija de Pablo Escobar.

El edificio, situado en el barrio Santa María de los Ángeles, en El Poblado, recibió el nombre del Principado de Mónaco por su estructura llamativa construida en 1986 por encargo de Escobar.

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Previamente el narcotraficante había adquirido dos mansiones en la zona para erigir su emporio de nueve niveles, incluido un parqueadero en el sótano.

En la torre, con dos apartamentos por piso, entre el primer y el sexto nivel, además de un penthouse de dos niveles en el que vivían Escobar, su esposa y sus dos hijos, residían familiares del narcotraficante y sus guardaespaldas.

Luego del carrobomba la familia Escobar abandonó el edificio y el predio comenzó un largo proceso jurídico en el que pasó de entidad en entidad. Finalmente, en julio pasado la Policía Nacional le entregó el inmueble a la Alcaldía de Medellín, cuyo propósito es demolerlo.

De mano en mano

El Consejo Nacional de Estupefacientes se hizo cargo del predio y en 1989 se lo entregó a la Asociación Cristiana de Asistencia y Rehabilitación.

Pero el mal estado del inmueble hizo que quienes estaban a su cargo no duraran mucho tiempo y fue así como en los 90 el edificio fue arrendado a compañías de salud, oficinas de abogados, marroquinerías y oficinas de publicidad.

En 1997, Estupefacientes recuperó la custodia del predio y la cedió a Carisma, una empresa dedicada al trabajo de rehabilitación de personas adictas, pero en 1999 devolvieron el predio.

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El bien cayó en manos de la seccional administrativa y financiera de la Fiscalía. El hecho fue rechazado por los vecinos que no querían tener cerca un organismo de seguridad. La comunidad tuvo razón: entre 1998 y 2002 el edificio fue objeto de seis atentados con artefactos explosivos, incluido un ataque con 40 kilos de dinamita en febrero de 2000. El inmueble estuvo deshabitado ocho años hasta que Estupefacientes se lo asignó a la Policía para su Comando en Medellín.

En 2017 el actual alcalde hizo pública su propuesta de demoler el edificio. A partir de ese momento comenzaron los diálogos entre la Policía Nacional y la Administración Municipal para encontrar el camino jurídico que viabilizara esta idea. Solo hasta el 11 de julio pasado, la Policía logró desenredar diferentes trabas jurídicas y suscribió una permuta con la Alcaldía, en la que esta se comprometió a cederle tres estaciones de Policía a cambio del edificio Mónaco.

En recuerdo a las víctimas

La Administración Municipal detalló que antes de finiquitar la recepción del bien existían dos opciones: una, dejar el edificio en pie para convertirlo en un espacio con sentido histórico y adecuarlo, por ejemplo, como museo del narcoterrorismo; la otra opción era demolerlo para hacer un parque en honor a las víctimas.

Manuel Villa, secretario Privado de la Alcaldía de Medellín y responsable del proyecto del Mónaco, explicó que la primera opción, luego de estudios técnicos y de disposiciones normativas, fue descartado debido a que la readecuación de la estructura abandonada requería de $33.000 millones, factor que inviabilizaba su intervención.

Quedó entonces, dentro del panorama de resignificación del espacio, la opción de demoler el edificio para adelantar una intervención del espacio público para honrar la memoria, justificó Villa.

“El Mónaco es un antisímbolo de lo que fuimos y aún somos como sociedad. No queremos desconocer ese pasado pero queremos abrir un espacio para reconocer lo que no hemos podido reconocer. Que mejor que aprovecharnos de este pretexto para invitar a la sociedad a venir aquí a dar esa discusión. Más que demoler un edificio queremos desmantelar una infraestructura mental colectiva”, sostuvo.

¿Cuál es el propósito de demoler el Ed. Mónaco?

¿Borrar la historia?

El pasado miércoles la Alcaldía abrió un concurso público en el que premiará el próximo 13 de diciembre el diseño de un parque o un memorial en el lote en el que se erige el Mónaco, el cual será demolido en la tercera semana de febrero de 2019 (el proceso cuesta $2.600 millones). En mayo comenzará a construirse el proyecto ganador, el mismo que se entregaría en noviembre del próximo año.

“No pretendemos ni queremos borrar la historia. Será el primer espacio público para honrar las víctimas de la narcoviolencia porque Medellín carece hoy de un espacio para ir a rezar o a ponerle una flor a las cerca de 50.000 víctimas que dejó ese periodo oscuro”, argumentó Villa.

Según el secretario, las series televisivas llevan 30 años contando una cara de la moneda, por lo que la tarea de la ciudad es mostrar la otra historia. Anotó que la mafia se enquistó en la cultura y cooptó todos los estamentos, estratos, el sector público, privado y las autoridades.

También tergiversó y arrebató los valores tradicionales antioqueños: cambió el trabajo arduo por el dinero fácil, la austeridad por la opulencia y el valor de la vida mutó por el precio de la vida.

“Medellín construyó una escalera para salir adelante y dejar atrás su época más difícil. Pero las bases de esa escalera están podridas y un día el peso de la escalera no podrá sostenerse y podemos volver a tocar fondo. Nos falta ser autocríticos”, anotó Villa.

Diversas posiciones

Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Facultad de Humanidades de Eafit, opinó que la idea de borrar la historia, apelando a las demoliciones de edificaciones, carece de sentido y va en contravía de las acciones de memoria histórica que emprendieron otras comunidades que sufrieron los rigores de la violencia.

“Ese acercamiento conceptual al tema es equivocado, pretender que la gente no hable de Escobar o borrarlo del mapa ni tiene sentido, ni es posible. Si fuera lógica esa idea, tendrían que demoler el barrio Pablo Escobar y hacer otro parque”, aseguró.

Alonso Salazar, autor del libro “La Parábola de Pablo”, en el que reconstruye la vida del narcotraficante, afirmó que en el mundo los sitios que fueron “ignominiosos” para la historia se han conservado porque se piensa que el hecho de que esos sitios o edificaciones permanezcan en pie son un mensaje para nunca olvidar.

“Nos obsesionamos un poco en pelear contra un fantasma que se llama Pablo Escobar. Como es un fantasma, no sabemos bien por donde golpearlo, mandamos puñetazos al vacío. Nos hemos obsesionado con la idea de que ese fantasma nos hace como ahora somos”, sugirió.

Para Salazar, la manera de evadir los sentimientos de rabia, odio y culpa “que todavía nos obnubilan después de casi 25 años”, es continuar el camino de la transformación.

El exalcalde de Medellín (2008-2011) sostuvo que pese a que se necesitan sitios de memoria donde se consignen los nombres de las víctimas, estas deben ser el centro de la discusión. “Primero se les debe atender y en eso no veo coherencia”, concluyó.

¿Cuál es el propósito de demoler el Ed. Mónaco?

El comienzo de una plan

Según la Alcaldía, la demolición del Mónaco no es una estrategia aislada sino que se estructura dentro del marco de un mapa de memoria que contará con un tour en el que los visitantes podrán escuchar el relato de las víctimas.

El propósito local es configurar una guía turística con un guión de memoria que se articule a otros espacios de ciudad, tales como un espacio permanente en el Museo Casa de la Memoria.

La ciudad contará con intervenciones artísticas, tipo obras o placas, para nombrar e identificar otros espacios donde ocurrieron hechos significativos y relevantes para nuestra historia, concluyó la Administración Municipal.

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