Eran más o menos las 11:30 de la mañana del jueves 16 de septiembre cuando María Camila Villamizar Assaf, secretaria privada de la alcaldía de Daniel Quintero, llamó a Johana Jaramillo Palacio, gerente de Telemedellín, para que asistiera urgente a una reunión en el despacho del Alcalde. Aunque las personas más cercanas a Jaramillo pensaron que por fin el mandatario la recibiría para hablar de la pobre financiación que ha recibido el canal –pues llevaba varios meses persiguiéndolo– se equivocaron. La iban a echar.
La gerente llegó al piso 12 de La Alpujarra al mediodía; iba acompañada de los directores Financiero y de Planeación del canal. Al parecer, tenía pensado presentar todo un balance de los cambios que se habían implementado y de cómo estaba buscando más plata. Sin embargo, Villamizar salió del despacho y le dijo que entrara sola, que la reunión era privada.
Ya en la oficina, Quintero le dijo a Jaramillo que le tenía malas noticias, que no podría continuar en la gerencia de Telemedellín, pero la invitó a continuar dentro del equipo de gobierno con la gente cercana. Dicen fuentes que le preguntó si sabía inglés y ella sacó un poco de su hoja de vida, le recordó que había vivido en Inglaterra. El alcalde le ofreció dirigir el Bureau y, al parecer, le explicó que este era solo un movimiento en el gabinete, de esos a los que ya están acostumbrados los paisas.
El trámite fue rápido y de pocas palabras. Se necesitaba que Jaramillo dejara pronto el canal, que se tomara por mucho uno o dos días para empacar sus cosas. Sin embargo, a media tarde, Esteban Restrepo, secretario de Gobierno, la llamó para que organizara el empalme y un informe detallado de todos los movimientos en Telemedellín. Se pactó la salida para el viernes 17 de septiembre, pero segundos después de que colgaron, Restrepo la volvió a llamar y le dijo que la orden del Alcalde era inmediata, que tenía que dejar el cargo de inmediato.
Así terminó el paso de Jaramillo por la gerencia de Telemedellín y llegó Deninson Mendoza, un hombre del Valle de Cauca que trabajó en Innpulsa. Se trata de la tercera persona en el cargo en 21 meses de gobierno de Quintero. No se sabe muy bien cuáles son las pretensiones de la Alcaldía con el canal público, pero lo cierto es que no anda muy bien de presupuesto.
Para finales de 2019, Telemedellín tenía un superávit (ingresos que superan los gastos) de 5.784 millones de pesos, además de 8.876 millones de pesos en los bancos. Entonces, el primero de enero de 2020 recibió la gerencia Mábel López, quien venía de Teleantioquia; recibió transferencias por 11.596 millones de pesos, lo que sumó para una caja líquida cercana a los $20.000 millones.
Con la llegada de López, la nómina subió en un 66%. Según reveló hace unas semanas el portal IFM Noticias, la nómina contratada de manera temporal en 2019 alcanzaba los 315 millones de pesos mensuales. Pero la cifra creció, pues para la segunda quincena de abril de 2021 se pagaron 525 millones de pesos. Control interno advirtió sobre el incremento de gastos, aunque no fue oído.
Así, cuando Jaramillo Palacio llegó al canal, encontró que además del aumento de gastos, las transferencias de la Alcaldía de Medellín eran muy pobres, inferiores a las que ha recibido históricamente el canal. Telemedellín vive de la venta de servicios y su principal cliente es la Alcaldía, que suele comprar espacios para hablar de sus programas públicos y de los avances en la gestión. Con la llegada de la pandemia, esa oferta cayó, pero se aumentó la nómina, lo que terminó con que en 2020 cerraran con pérdidas superiores a los 3.800 millones de pesos. El dinero en caja se acabó.
Cuando Jaramillo Palacio recibió el canal en mayo, las pérdidas estaban en más de 6.000 millones de pesos. Por esto, y ante los pocos recursos que transfirió la Alcaldía, que este año no superaron los 5.400 millones de pesos (Telemedellín ha recibido siempre entre $10.000 y $18.000 millones dependiendo del gobernante de turno), empezó todo un trabajo de venta de servicios con los alcaldes del área metropolitana. Alguien que hace parte de la nómina fija del canal, que es de 32 personas, le confirmó a EL COLOMBIANO que antes las secretarías contrataban espacios, pero eso desapareció complemente: “Al canal le tocó remar solito con la parrilla de programación”.
La gerente que acabó de salir tenía una meta de 30.000 millones de pesos para conseguir desde el programa agencia de medios y espacios en la parrilla. Logró firmar convenios por 22.000 millones de pesos, un 74% de efectividad, y dejó de ellos más de 14.000 millones en ejecución, el 47% de la meta. Aunque el canal necesitaba del apoyo de la Alcaldía, lograba salir adelante, superar un poco la crisis; por eso dicen que el pasado jueves, cuando Johana Jaramillo Palacio recibió la llamada de Villamizar, creía que iba a recibir buenas noticias.
El cambio de gerencia se estaba ‘cocinando’ desde mucho tiempo atrás. Deninson Mendoza llevaba varias semanas apareciendo por los pasillos de Telemedellín, se les acercó a la gerente y a algunos funcionarios claves (les dijo que había sido gerente de Telepacífico), les pidió información para poder asesorar al alcalde sobre lo que había que hacer con la inversión en el canal. Al parecer, estaba socavando en el lugar donde terminaría siendo gerente.
Seguro Mendoza se enteró de que adentro el ambiente no era el mejor, pues Mábel López seguía con poder: había dejado a más de 40 personas trabajando. Ese número de nombramientos era desconocido dentro de la Alcaldía, lo que ocasionó la molestia del secretario Esteban Restrepo.
“Mábel daba la orden a su gente de que no fueran a ningún evento interno del canal. Fue un ambiente muy difícil, y la situación se complicó porque todo el comité de gerencia fue nombrado por López y se pudieron mover muy pocos miembros”, dice una fuente interna.
Muchos hoy se preguntan por qué salió Jaramillo Palacio, una comunicadora con estudios de posgrado. Algunos barajan que se trata de que no tiene apoyos políticos (aunque fue esposa de Gabriel Jaime Rico), otros creen que molestó que terminara los contratos de algunas personas que entraron en la época de López.
Sin embargo, la cereza del pastel llegó cuando en el noticiero entrevistaron a una silletera que se fue lanza en ristre en contra de la Alcaldía de Medellín. En ese momento, Jaramillo recibió una llamada del piso 12 de La Alpujarra, le dijeron que tuvo que haber controlado a la entrevistada, que una de sus labores era proteger a Quintero.
Desde hacía algunos meses estaba como director del sistema informativo el periodista Hernán Muñoz, a quien se le ofreció independencia desde el primer momento, pero con la entrevista a la silletera desde la Alcaldía le pusieron los ojos encima.
Quizá la mejor muestra de ello es que el viernes, cuando Deninson Mendoza llegó al canal, dijo una frase muy particular: “Este es el canal de Daniel Quintero”