Toda la cosecha se perdió, desde la de aguacate y limón, hasta la más reciente de café, cuenta Orlando Franco. Como presidente de la Junta de Acción comunal de la vereda La Sucia, en San Sebastián de Palmitas, dice que los comerciantes aún no pueden sacar sus productos y por eso sigue la angustia.
Pero además, agrega, los habitantes de veredas como El Morrón aún tienen que transitar por rastrojos entre la montaña para llegar al centro poblado de este corregimiento ubicado al noroccidente de Medellín, tras el fallo de una de las cabinas del teleférico, en junio de 2018, y que obligó al cierre del medio de transporte utilizado por estas comunidades rurales desde hace 7 años.
Sin embargo, tras meses de estudios técnicos realizados por la Universidad Nacional de Colombia, la Alcaldía de Medellín pondrá de nuevo en funcionamiento el cable aéreo a finales del primer semestre de este año.
Paula Palacio, secretaria de Infraestructura Física de Medellín, explica que las reparaciones comenzarán en un mes y que el costo de la puesta en marcha será de $450 millones adicionales a los $350 millones que se invirtió antes en los estudios.
Precisamente, la conclusión que arrojó el análisis de la Universidad Nacional es que la falla que generó que la cabina quedara suspendida en el aire está relacionada con uno de los anclajes del cable.
“Fue una falla súbita o fortuita y no tiene que ver con falta de mantenimiento”, enfatiza Palacio.
Vías alternas se adecuaron
La funcionaria indica, también, que para disminuir el impacto en las veredas afectadas y en el comercio de estas zonas, fueron adecuados 1.300 metros de vías terciarias, con un costo de $330 millones.
“Al principio es complicado porque es cambiarles a los habitantes el modo de desplazamiento”, dice Palacio, “pero, cuando no estaba el cable, las personas se desplazaban por estos caminos, que habían entrado en desuso. Por eso los recuperamos”.
En 2015, la administración municipal realizó el cambio del cable tractor, pero lo que pudo evidenciar el informe es que el cable no fue el que sufrió el inconveniente.
Ricardo León Giraldo, gerente de Corregimientos, añade que para atender la situación fue adecuada una escuela en la vereda La Sucia para que los estudiantes no tuvieran que realizar extensos desplazamientos.
Además, aclara Giraldo, se hicieron reuniones con líderes sociales para elaborar una lista de productos agrícolas y facilitar su comercialización.
“Hemos estado ayudando con el transporte e insumos como el abono. También hemos hecho brigadas de salud”, dice.
El gerente explica que si bien los habitantes solicitaron auxilios económicos, esta no es una opción viable.
Orlando Franco ratifica que algunas vías de la vereda La Frisola sí se intervinieron y pavimentaron, pero insiste en que es urgente pensar en un enrielado que, de sectores como La Sucia hasta Morrón, permita transportar mejor los productos agrícolas .