El drama de la familia de Alconides Vallejo llegó hasta Barrancabermeja, Santander, a 234 kilómetros de Vegachí, su pueblo. En ese municipio se confirmó que el cuerpo de Alconides había sido rotulado como uno de los seis muertos que dejó un enfrentamiento entre el Clan del Golfo y la dirección de Antinarcóticos de la Policía. Pero el hombre no era un bandido, ha dicho su familia; al parecer, estaba cerrando un potrero cuando se vio en medio de una balacera. Ahí comienza el misterio de su muerte.
Elizabeth Vallejo, la hermana de Alconides, denunció que el hombre fue herido en un costado en medio de una balacera. Los testigos dicen que el hombre fue socorrido. La versión apunta a que le dijeron a su esposa que se cambiara para que lo acompañara. Lo habrían montado en un helicóptero para llevarlo a un centro de salud. “Le dijeron a la esposa que se cambiara y que la iban a esperar. Cuando ella se fue a poner el calzado, a la casa, el helicóptero se fue”, comentó el abogado Anatoly Romaña, que ha acompañado a la familia en la denuncia.
Eso ocurrió el sábado en la tarde, sobre las 4:00. Desde entonces, la familia se sumió en la angustia. Solo en la madrugada del lunes, en Barrancabermeja, tuvieron la certeza de que Alconides había muerto y su cuerpo estaba en Medicina Legal de esa ciudad.
El abogado contó que una hija de Alconides viajó hasta el municipio santandereano y, después de mucho esperar, se le dejó reconocer el cuerpo de su padre. Sin embargo, le dijeron que el cadáver podría entregarse apenas en la noche de mañana, 25 de mayo.
Lo más grave para el abogado es que la Policía no se ha puesto en contacto con los familiares de Alconides. El viaje a Barrancabermeja surgió de cuenta propia cuando se enteraron de que los cuerpos de los supuestos miembros del Clan del Golfo habían sido llevados allá.
Son muchas las incógnitas que rodean la muerte de Alconides. “Sabemos que él salió con vida, que lo montaron en un helicóptero que tenía la insignia de la Policía Nacional. ¿Por qué apareció muerto?”, se preguntó Romaña, quien desde ya anunció que se evaluarán medidas legales contra el Estado por este caso.
Alconides tenía 64 años y se dedicaba a las labores del campo en la vereda La Clarita, de Vegachí. Su vida transcurrió ligada al pueblo, del que fue concejal. También fue presidente de la junta de acción comunal de su vereda y gozaba del cariño de la comunidad, que ahora se encuentra aterrada y buscando explicaciones a su muerte.
El operativo
El operativo realizado por los comandos jungla de la Policía Antinarcóticos el pasado sábado en esta vereda dejó a cinco personas capturadas y a seis presuntos integrantes del Clan del Golfo muertos, entre ellas alias Perea, quien sería mano derecha de alias Chiquito Malo, quien tomó el liderazgo de esta organización criminal tras la extradición de “Otoniel”.
Allí también capturaron a alias Chucho, cabecilla político de la estructura; alias Fercho, cabecilla de la zona; así como alias El Loco; alias Caco; y alias El Indio.
La Policía ha anunciado medidas urgentes que ayuden a revelar qué fue lo que pasó con Alconides. Desde la Dirección de Antinarcóticos de la Policía indicaron mediante un comunicado: “(Se ordena) el envío inmediato de una comisión técnica conformada por oficiales de la Dirección Antinarcóticos, un equipo jurídico y funcionarios de la oficina del Comisionado para los Derechos Humanos, a fin de verificar la situación en terreno y establecer en el menor tiempo posible la situación del ciudadano”.
Además, con base en la denuncia realizada por la hermana de este hombre, se pide la intervención de la Fiscalía, desde la Policía Nacional, con el fin de garantizar la transparencia en la investigación.
La familia lo único que pretende es una respuesta clara sobre lo sucedido, pues la pérdida humana ya no puede repararse.