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Burocracia tiene en ruinas cuatro predios del CES en Prado

Estos fueron adquiridos por la Clínica CES para extender sus servicios, pero falta la licencia.

  • La Clínica CES espera que le otorguen la licencia para la construcción de su nuevo proyecto, pero pasado más de un año la aprobación no se da a pesar de los perjuicios. FOTO manuel saldarriaga
    La Clínica CES espera que le otorguen la licencia para la construcción de su nuevo proyecto, pero pasado más de un año la aprobación no se da a pesar de los perjuicios. FOTO manuel saldarriaga

Una casa en forma de castillo ubicada en la esquina de la calle 59 con la carrera 50C, barrio Prado Centro, que debería ser un orgullo para los habitantes, se ha convertido en un dolor de cabeza para el sector, pues hace más de un año se encuentra desocupada y los vándalos y habitantes de calle han aprovechado para saquearla y destruirla.

La casa, de tres pisos, es uno de los muchos inmuebles viejos de este barrio patrimonial y aunque no tiene ninguna declaratoria en tal sentido, por lo menos sí hace juego con el entorno de Prado, donde las viviendas son diferentes al estilo que prima en la ciudad. No desentona.

Ese no desentona es un decir. Más bien no desentonaba, porque desde que fue desocupada hace un año ha estado en el foco de la delincuencia callejera, que lo convirtió en guarida para consumo de drogas, reuniones y saqueos, denuncian los vecinos.

Lo peor es que no es solo esta vivienda, identificada con la nomenclatura 50C-02, sino que son otras tres aledañas, dos de las cuales sufren los mismos males: saqueo, malos olores, vandalismo, basuras acumuladas y hasta hábitat de plagas como ratas, zancudos y otros bichos que afectan la salud de los residentes, dice un vecino. El otro lo usa la clínica para guardar sus archivos.

“La desocupación de estas casas ha sido muy perjudicial para el barrio, esto siempre se ve con esa gente (habitantes de calle) bregándose a entrar y los vecinos sufrimos las consecuencias, no hay tranquilidad”, se queja un señor de la tercera edad que prefiere no decir su nombre.

Jorge Andrés Estrada, arquitecto y habitante de Prado, afirma que las cuatro casas fueron adquiridas por la Clínica CES —ubicada al frente— para extender sus servicios, pero el proyecto no se ejecuta. “Las casas están abandonadas y los habitantes de calle las tomaron de refugio, se han intentado entrar a las casas vecinas por los techos”, afirma. Dice que se siente mucho ruido en el interior y hay un ambiente de inseguridad.

Proyecto sin licencia

Con estas denuncias, acudimos a conocer la realidad de la situación y comprobamos que, en efecto, los inmuebles están en abandono. Les faltan ventanas y puertas y ninguna tiene techo. El ingreso incluso para los periodistas está restringido debido a que ya no cumplen con las normas de sismorresistencia y los saqueos de los vándalos las han vuelto más endebles. Hay riesgo.

“La realidad es que las casas se empezaron a demoler por parte de la Clínica CES, pero pararon las obras y fue cuando empezó a pasar todo lo que hemos denunciado. El CES se ha reunido con nosotros, ojalá se solucione este problema”, expone David Gallo, presidente de la Junta de Acción Comunal de Prado.

Al respecto, la Clínica CES responde que los cuatro inmuebles fueron adquiridos con el fin de construir una nueva infraestructura para ampliar sus servicios. Para adelantar su proyecto, desde el 25 de mayo de 2021 inició los trámites legales y civiles para obtener la licencia, pero pasado más de un año esta no le ha sido otorgada.

Los inmuebles han sido objeto de revisión e inspección por parte del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres – Dagrd–, Planeación Municipal, el Departamento de Patrimonio y la Curaduría 4 en el proceso de obtener los permisos para iniciar la intervención y la obra civil, lo que implica la demolición de las propiedades.

Con este aval las obras se iniciarían de inmediato, pues la Clínica es consciente de los perjuicios: “Los predios adquiridos han sido objeto de vandalismo y hurto por parte de habitantes en situación de calle y personas que han desmantelado algunos enseres. Esta situación fue puesta en conocimiento de la Fiscalía y la Inspección de Policía competente”, afirma la Clínica.

La entidad asegura que los trámites legales y civiles han tomado un tiempo aproximado de un año, lo que se encuentra dentro el rango legal de las diferentes entidades, debido a que Prado Centro es una zona de conservación patrimonial. Los permisos de intervención son más estrictos.

Mientras este permiso se da, para proteger la infraestructura y salvaguardar la integridad de la comunidad vecina, la Clínica adoptó acciones como la instalación de reflectores para iluminar la calle, mallas, alarmas y concertinas buscando que la propiedad no sea utilizada con otros fines diferentes a los del proyecto de expansión de sus servicios.

Tocamos en las puertas de los predios colindantes, pero no hubo respuesta. En algunos inmuebles se han instalado alambrados con púas en las terrazas, buscando evitar que los ladrones traten de ingresar por los techos o muros aledaños. Una señal de temor y sensación de inseguridad

Gustavo Ospina Zapata

Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.

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