En 2020 la Gobernación de Antioquia puso en marcha una de sus apuestas para reducir el riesgo de desastres por avenidas torrenciales, crecientes súbitas e inundaciones: el Sistema de Alerta y Monitoreo de Antioquia (Sama), con el cual se vigila permanentemente el comportamiento de los ríos y quebradas del departamento.
Esta iniciativa, liderada por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (Dagran), empezó a funcionar en diciembre de 2020 monitoreando 18 ríos y quebradas ver (Paréntesis) de 18 municipios de las subregiones del Bajo Cauca, Magdalena Medio, Norte, Occidente, Oriente, Suroeste y Urabá.
EL COLOMBIANO dialogó con el director del Dagran, Jaime Enrique Gómez Zapata, quien contó detalles sobre la implementación del Sama y el rumbo que espera que tome el proyecto en el que se han invertido 1.200 millones de pesos para su instalación, puesta en marcha y operación.
“Con este proyecto hacemos un monitoreo en tiempo real (las 24 horas) de las condiciones hidrometeorológicas, ya que nos interesa saber el comportamiento de los ríos y las quebradas, así como el de las lluvias, los vientos y los rayos”, aseguró Gómez Zapata.
En esa línea, el funcionario planteó que la idea de crear el Sama surgió teniendo como referente la funcionalidad del Sistema de Alerta Temprana del Valle de Aburrá (Siata), por lo que se buscó darle alcance departamental al uso de los equipos especializados de monitoreo, utilizados en Medellín y el área metropolitana.
“Hablamos con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, que opera todos los equipos hidrometeorológicos del Siata, para empezar a darle alcance a esos procesos en el departamento por medio del Sama”, planteó el funcionario.
¿Cómo funciona el Sama?
La inversión del mencionado recurso, según el funcionario, se ha hecho en la adquisición, instalación y funcionamiento de los instrumentos que utiliza el sistema de alerta, que cumplen una función diferente en su tarea de medir los niveles de los ríos y quebradas, así como las lluvias.
Uno de ellos es el pluviómetro, que se instala en lugares altos y abiertos para medir la cantidad de lluvia acumulada; otro es el sensor de nivel que se instala en zonas altas, por ejemplo debajo de puentes y mide niveles de los ríos y quebradas, emitiendo un rayo que se refleja en el agua y da un estimado de altura.
Estos dos aparatos arrojan información y alertas amarilla, naranja o roja con las que, de ser el caso, se activa el otro instrumento: las alarmas comunitarias, que son elementos sonoros que se activan para evacuar a la comunidad.
“Para empezar con el funcionamiento del Sama en cada territorio no solo se requiere instalar los equipos, pues además debemos inculcar la cultura de gestión del riesgo mediante estos instrumentos a la comunidad y a las autoridades locale s para garantizar el uso y los procedimientos adecuados”, apuntó Gómez Zapata.
En esa línea, el funcionario resaltó que cada comunidad se instruye sobre cómo actuar cuando se emite una alarma, cómo tener claros los puntos de evacuación y puntos de encuentro, y el papel que cumplen los consejos de gestión del riesgo de cada municipio.
Con estos aparatos y las comunidades previamente instruidas, con el Sama se hace seguimiento y monitoreo permanente a diferentes cuencas en Antioquia (ver Para saber más) con el fin de identificar posibles escenarios de riesgo y alertar a las comunidades, para prevenir el riesgo y las pérdidas humanas.
Expansión del proyecto
En su primer año, de acuerdo a la priorización de la Gobernación, el Sama llegó a los municipios de Andes, Betania, Urrao, Arboletes, San Juan de Urabá, San Pedro de Urabá, Cisneros, Santo Domingo, San Carlos, Turbo, Cáceres, Caucasia, Zaragoza, San Pedro de los Milagros, Sonsón, Betulia, San Andrés de Cuerquia y Salgar.
“El proyecto se expandirá con financiación entre la Gobernación y los municipios que deseen tener esos sistemas de gestión del riesgo, participación que se define en las Jornadas de Acuerdos Municipales. Para este año se espera llegar a 15 municipios más”, apuntó Gómez Zapata.
En ese sentido, se aclaró que la idea es que, a largo plazo, este proyecto tenga alcance para los 125 municipios del departamento y se espera que además de vigilar las lluvias y niveles de cuencas, pueda monitorear y estudiar también la calidad del aire, sismos o movimientos en masa
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cuencas son monitoreadas en tiempo real actualmente con el Sama, asegura el Dagran.