En el suroeste de Antioquia, particularmente en Amagá, del optimismo por el trazado de las Autopistas para la Prosperidad que lo atraviesa, se pasó a la incertidumbre.
Hoy, ese malestar será manifiesto en la audiencia pública que se llevará a cabo en ese municipio antioqueño, la primera en el departamento con ese mecanismo de participación que ya ha arrojado determinaciones trascendentales en proyectos de otras regiones colombianas.
Las dudas sobre el proyecto, que para la zona es la conexión Pacífico 1, fueron remitidas por el alcalde de Amagá, Wilser Darío Molina a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y van en el sentido de las dificultades para los habitantes y la industria, que sufrirá un incremento en sus costos al tener que hacer más recorridos en el transporte de carga, por lo que pide que se ubiquen al menos dos retornos.
Según Molina, “la empresa (Concesionaria Vial del Pacífico) hizo un trazado de doble calzada que compromete a Amagá y que viene desde El Peñasco hasta abajo de Sinifaná. Socializaron, pero no sobre la realidad de lo que iban a ejecutar”, dijo.
Molina agregó que más de 15.000 personas, en zonas rurales de su municipio, son afectadas económica y socialmente, ya que los retornos establecidos en los trazados los obligan a transitar más trayecto para llegar al casco urbano.
Mauricio Millán, gerente de Concesionaria Vial del Pacífico, aseguró que la audiencia, y el proceso de inconformidad de la comunidad, no ha generado retrasos en el proyecto.
“Es un trámite normal en el que la comunidad tiene derecho a expresar sus inquietudes sobre el proyecto. La Anla definirá sobre lo que plantee la gente. Nosotros revisaremos cuáles son las implicaciones”, acotó.
Millán, enfatizó que ha habido socialización con la comunidad, pero ellas tienen otra visión al respecto.