Como vaqueros de otros tiempos, montados sobre sus 161 caballos que en promedio tiene cada uno, un grupo de periodistas decidió meterse en terrenos de los Llanos orientales. Ríos como el Ocoa o el Meta, y las colinas medianas de la serranía cercana a Puerto López, a dos horas de Villavicencio, fueron el escenario para que esos caballos no galoparan, rodaran.
La nueva generación de la pick up Hilux comenzó su trabajo en la capital del Meta. Treinta kilómetros de vía pavimentada para permitir el acople entre la máquina y sus conductores.
Un tráfico pesado: carros, busetas, motos y camiones llenan las calles de la ciudad; pese a su tamaño, con poco más de 5 metros de largo o un ancho de 1,8, el carro se mueve con agilidad entre los otros vehículos, incluso algunos de sus competidores.
Poco a poco el paisaje va cambiando, de los edificios no muy altos y las casas a pequeños negocios y estaderos. Hacia el occidente, en el camino a Puerto López, es posible ser un poco más agresivo en el manejo, la aguja del indicador de velocidad ya bordea los 80 kilómetros, y por algunos tramos la caravana se aventura a un ritmo más rápido. Carros cisternas, tractocamiones y otros vehículos particulares circulan por la vía.
Menos es más
En esta generación, la octava, Hiroki Nakajima, director ejecutivo de ingeniería de Toyota, aplicó un principio de reducción del corazón motriz del carro, pero sin afectar su desempeño. Pese a que los dos motores turbodiésel redujeron su cilindrada, de 3.0 a 2.8 litros y de 2.5 a 2.4 litros, sus potencias subieron de 169 a 174 y de 142 a 147,5 caballos de potencia.
Y el motor gasolina 2.7 pasó de 158 a 163 caballos.
Además, sus respectivos torques también comienzan a empujar el carro desde revoluciones muy bajas y con una curva más amplia, permitiendo que la aceleración sea más progresiva y se sostenga, con transiciones de marchas que no castigan el rendimiento al hacer caer demasiado las revoluciones y recuperarlas con rapidez, e incluso con más comodidad en la sensación de manejo.
Con su botón Power, el carro ofrece una respuesta más alegre, basta con pisar el acelerador un poco para que el motor y la caja se comporten de forma más dinámica. Incluso en terrenos quebrados se puede sacar partido de un desempeño más brioso.
Al agua
Luego de 30 kilómetros llega la prueba fundamental, la trocha, el asfalto desaparece y poco a poco piedras, arena, pantano hacen parte del camino. Manejo en modo 4H y a afrontar los desniveles. Tras unos 20 minutos de marcha por la trocha, el reto es atravesar el caudal del río Ocoa.
Las lluvias de los últimos días han alimentado el cauce y este baja con fuerza por sus más de 100 metros de ancho.
Detención, modo de manejo 4L, el máximo poder y tracción y al agua. “Derecha, derecha (...) sostenga la aceleración (...)” son algunas de las instrucciones que desde la orilla contraría se transmiten por el radio. Velocidad constante, el caudal empujando para tratar de llevar el carro río abajo y el sonido de la tracción agarrando la tierra y las piedras del fondo para aferrarse a ellas y avanzar no a donde el río quería, si no donde el conductor necesita.
Por momentos el capó del carro queda oculto bajo el agua. Adentro los ocupantes siguen atentos a las instrucciones. Sobre todo no dejar de impulsar con el acelerador, y no quedar a merced de la corriente.
Tras cinco minutos la pick up comienza a emerger del todo y alcanza la orilla contraria. De nuevo al modo 4H.
Las vías secundarias y terciarias que conectan a muchas regiones del Meta son propicias para conocer más de esta generación.
Conclusiones
Por lo general, los vehículos tipo pick up no se destacan por ser los más confortables, no es su misión principal, pero en su diseño se incorporan elementos o cambios que buscan hacerlos menos rústicos.
En este caso, las ballestas traseras que conforman la suspensión se alargaron, para darle mayor capacidad de carga, y también mejor comodidad, en especial en la parte de atrás, y se nota porque los brincos, pese a los terrenos bruscos, no son tan fuertes, aún con el platón vacío, como se probó el carro.
La inclinación del espaldar de la silla trasera es más ergonómica, aunque no es la ideal y es posible soportar viajes de cierta magnitud sin tener que reacomodar el cuerpo a cada kilómetro.
Con un diseño un poco más moderno pero que sigue siendo simple y austero, el modelo Hilux va por una tajada grande: el 5 por ciento que representan las pick up en el mercado automotor.
47
años en el mercado mundial cumplió el carro. Su base fue el Toyota Briska, que solo rodaba en Japón.