Arcene es el nombre de una localidad al norte de Italia con 4.636 habitantes y cuando “mi padre, que viajaba mucho, conoció ese lugar, decidió llamarme así, además era una forma de honrar a mi abuelo materno que se llama Carlos Arsenio”, cuenta Arcene del Socorro Fernández García, educadora en el Centro de Diagnóstico y derivación de la Unidad de Niñez de la Alcaldía de Medellín.
Para ella su nombre es único y le gusta, aunque reconoce que “de niña no me agradaba, ya que no le encontraba significado y me sentía muy diferente a los demás”.
Esta situación también la describe el influenciador Dan Gamboa en su video de Youtube “Fui un sin tocayo”, en el que cuenta la historia de cómo fue su cambio de nombre de Dancer Lunin a simplemente Dan. Además resalta con ironía que el tener un nombre poco común lo exponía al matoneo, porque “tus compañeros te van a hacer bullying por tu nombre”, no por el físico.
Una solución
Algunas veces la singularidad del nombre no es la razón que aqueja a las personas que tienen se llaman como nadie más, sino que la palabra, el nombre en sí mismo, puede resultarles ofensivos una vez crecen.
Para evitar situaciones así, los funcionarios de la Registraduría Nacional podrán abstenerse de registrar nombres que puedan atentar contra el libre desarrollo de la personalidad o acarrearle a su dueño ser víctima de matoneo en el futuro. Todo dependerá entonces de su juicio: si les parecen expresiones grotescas, denigrantes u ofensivas, explicó el director nacional de Registro Civil, Rodrigo Pérez Monroy, podrán apelar a la objeción de conciencia y recurrir a un defensor de menores para que intervenga.
Los beneficiados
Esta decisión afecta directamente al 7 % de la población colombiana. Este porcentaje corresponde a quienes no tienen tocayos según el estudio Las consecuencias económicas de los nombres atípicos (2007) de la Universidad de los Andes, producido por María del Mar Palau, Carlos Medina y Alejandro Gaviria, que además indica que este tipo de personas suelen tener una mayor probabilidad de vivir en zonas rurales y de pertenecer a una minoría étnica.
Así mismo concluye que hay una reducción considerable de los sueldos de estas personas, por lo menos un 10 % menores que una persona con un trabajo y perfil profesional similar, brecha que crecía conforme lo hacía el cargo.
La importancia
La psicóloga infantil Sara Chica advierte que entre los derechos de los niños están el del buen nombre y a una identidad digna. También dice que esa denominación es la base de la identidad y es muy importante para la aceptación de su lugar en el mundo, incluso desde los primeros momentos de vida para diferenciarse de la madre.
En ese sentido, tener un nombre con el que no se sienta cómodo, que disguste, vulnere o facilite el matoneo, influirá directamente en la personalidad y en el rechazo inminente a lo que ese nombre significa. A veces con consecuencias en el autoconcepto, la autoestima, el valor en sí mismo, afectar su desempeño y sus habilidades sociales.
Sin embargo, señala que no siempre es el caso y que también depende del acompañamiento que los padres o las personas cercanas, incluyendo maestros y amigos, generen en los niños. Si se hace con respeto y confianza estos podrán aprender a valorar su nombre, a darle un significado valioso, que sea un distintivo de su personalidad.