Desde el punto de vista de los rayos, Medellín es la ciudad más tormentosa del mundo. Esto lo asegura Horacio Torres Sánchez, ingeniero electricista doctorado en transitorios electromagnéticos y autor de 16 libros es reconocido por la comunidad científica nacional e internacional por sus aportes a la investigación sobre rayos.
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Por su ubicación geográfica tropical, Colombia tiene una de las vidas eléctricas más agitadas del mundo. Recientemente una aeronave de la aerolínea Viva Colombia, que cubría la ruta Pereira-Cartagena, fue impactada por un rayo. Sin embargo no pasó nada, ¿por qué? Mucha gente teme fuertemente a este fenómeno.
Según Torres, en otro caso de 2011 en el que un rayo cayó en un avión parqueado en el aeropuerto de Rionegro, “las personas que estaba en el avión habrían estado en riesgo si el rayo cae cuando el carro tanque abastece al avión, la combinación de una descarga con gasolina habría generado una explosión”. Pero no pasó nada, “esto es debido a que un avión se comporta como una típica jaula de faraday”, por lo cual el campo electromagnético en el interior de un conductor en equilibrio, en estos caso el avión, es nulo.
Esto se debe, en parte, a que los portadores de carga se sitúan siempre en la zona exterior del conductor, por lo que la corriente eléctrica (movimiento de electrones) tendrá lugar también en la misma región. Es decir, cuando a un recinto recubierto de metal se le aplica electricidad, no llega al interior, sino que se conduce por el exterior.
La Jaula de Faraday, uno de los hallazgos físicos de Michael Faraday, quien realizó numerosos estudios sobre el comportamiento de los campos eléctricos en diversas situaciones.
Los aviones llevan también sistemas que protegen los circuitos eléctricos de las sobrecargas y desde el accidente de un avión en Pan Am en 1963 en el que un rayó le propició una chispa que prendió el combustible, también se requiere que los tanques de almacenamiento vayan debidamente sellados.