Al impactar la nave Dart de apenas 19 metros contra el gigante Dimorphos, inició el proceso de la defensa planetaria, mecanismos que en un futuro podrían salvar la vida. Si en algún momento se llegara a necesitar una desviación de un cuerpo celeste que se dirija hacia la Tierra y amenace a la vida o las condiciones climatológicas del planeta —como sucedió hace 66 millones de años con los dinosaurios— se espera que se puedan implementar estas técnicas que se están probando actualmente.
Con el éxito de impacto de la nave Dart en el asteroide Dimorphos culminó la primera etapa de la misión. La segunda parte consiste en analizar qué tanto se modificó su órbita que demoraba 11.9 horas en dar la vuelta a Didymos, otro asteroide de 390 metros de diámetro mucho más grande que Dimorphos que tiene 160 metros. Ahora con este suceso, los científicos esperan que haya por lo menos un cambio de 5 a 10 minutos en su recorrido de órbita.
¿Qué tan probable es que esto vuelva a suceder? Según Malory Agudelo Vásquez, divulgadora del Planetario de Medellín, la probabilidad de que meteoritos impacten en la Tierra es de un 100% porque la comunidad científica reconoce las dinámicas y movimientos del Sistema Solar, tan solo dentro de él hay 28.000 cuerpos celestes. Sin embargo, no se puede prever cuándo sucederá esa interacción.
“Con Dart nos estamos preparando por si llega a ocurrir un caso de defensa planetaria urgente y sepamos qué hacer. No sé si un meteorito acabe con la vida en general, porque la vida es un fenómeno emergente que se aferra a su existencia.
En el cine ya se han representado realidades distópicas que hablan sobre grandes meteoritos que se acercan, como en la película de Don’t look up (No mires arriba, en español) dirigida por Adam McKay, en la que un meteorito de las proporciones de la Tierra se acerca para acabar con todo.
Aquí el momento en el que la nave Dart impactó con el meteorito Dimorphos.
Si bien la Nasa y otras agencias espaciales como La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) están evaluando los posibles mecanismos de defensa por si esto llegase a ocurrir, los astrónomos llevan años evaluando los cuerpo celestes cercanos a la Tierra y ninguno tiene posibilidad de impacto hasta el 2.182, año en el que existe la posibilidad de que un meteorito conocido como Bennu impacte la Tierra. Sin embargo, estos datos en cualquier momento pueden cambiar.
“Los objetos cercanos han sido monitoreados y mapeados por los científicos, pero entre ellos hay interacciones y eso podría generar un riesgo de que en el futuro por las mismas colisiones, pueda haber un cambio. Sin embargo, por ahora no hay datos de meteoritos que sean una amenaza inminente para la Tierra”, explica Zusi Eil González, astrónoma egresada de la Universidad de Antioquia.
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Aunque no han sido riesgos para la vida, ya en la atmósfera terrestre han ingresado cuerpos extraños que ocasionaron tragedias como el bólido de Cheliábinsk que sucedió el 15 de febrero de 2013 en la ciudad homónima, ubicada en Rusia. Este es uno de los eventos más recientes, en el que el meteoro muy brillante de aproximadamente 20 metros de diámetro atravesó la capa de la Tierra y provocó una onda de choque muy fuerte.
“Hubo más de 1.500 heridos y daños en la infraestructura por vidrios reventados”, recuerda la astrónoma Zusi Eil.
El impacto o efectos del asteroide en la Tierra depende de las proporciones del este meteorito. Sin embargo, la caída de estos cuerpos celestes afecta la atmósfera y puede provocar terremotos, tsunamis, incendios, entre otros fenómenos.
La importancia de misiones como Dart es innegable. Por ahora el futuro de la defensa planetaria se está definiendo con los primeros logros de Dart, la misión que llegó al espacio en noviembre de 2021 a probar las defensas planetarias.