En días de emergencia climática en el Valle de Aburrá, en los que las estaciones de medición muestran que la calidad del aire no es la mejor, y este podría ser nocivo para todos los grupos poblacionales, muchos se preguntan cómo aportar a la situación.
Tener plantas, maticas, suculentas, o como quiera llamarlas, en el balcón e incluso al interior de su casa podrían ser no solo una buena forma de refrescar el ambiente sino de purificar el aire.
Las primeras pistas las comenzó a dar La Nasa, en un estudio que data del 15 de septiembre de 1989. Ahí querían investigar qué tipo de plantas sirven para purificar el aire y filtrar contaminantes. Concluyeron que no se necesita tener un árbol en la sala, que otras plantas podían cumplir esa promesa en los hogares. Así que publicaron una lista con las matas que las personas podían tener en casa, teniendo en cuenta cuáles eran más fáciles de conseguir en ese entonces.
Pero, ¿tiene vigencia un estudio publicado hace más de 30 años? Carlos Orozco, educador ambiental del Jardín Botánico de Medellín, señala que en la modernidad hay muchos factores contaminantes además de la polución: materiales de la cosmética, el aseo de la casa, elementos de cocina y construcción.
“La escala en la que contaminamos dista mucho de lo que pueden purificar las plantas, pero hay unas que son muy rústicas y aprovechan las condiciones extremas de calor y polución, como las que vivimos hoy, para desarrollarse mejor”, comenta Orozco.