Es muy probable que alguna vez en su vida le hayan practicado un examen de sangre. Según Juan David Ramírez Orovio, director comercial del laboratorio clínico Unilab, este tipo de exámenes se envían para revisar el funcionamiento de algunos órganos; para el diagnóstico de enfermedades y de virus, o para el control de enfermedades como la diabetes o la hipertensión. “Hay más de 1500 exámenes de sangre. Para saber cuál es el que cada persona necesita, es necesario que esté bajo supervisión del médico”, asegura.
La consulta previa a la realización de los exámenes es indispensable porque “gran parte de la información que el paciente brinda sirve para elaborar su diagnóstico y, de acuerdo con esto, es que se envían las pruebas necesarias”, afirma Ángel Contreras Samper, médico internista.
¿Cómo se realizan en los laboratorios clínicos?
El más común y que menos riesgos tiene es el sangrado al vacío, que se hace por medio de la extracción del líquido delas venas. “Colombia fue uno de los primeros países en implementar este sistema porque es mucho más seguro para el paciente y para el personal de salud”, sostiene Juan David Ramírez Orivio de Unilab.
La práctica de sangrado mediante jeringa que se realizaba antes de los tubos al vacío, suponía un riesgo de contagio, pues su manipulación podía ocasionar pinchazos no deseados o derramamiento del líquido extraído.
También existe el análisis de sangre arterial que consiste en medir los niveles de oxígeno en la sangre de una arteria. Otro método es la prueba del talón para los recién nacidos, que consiste en pinchar con una aguja pequeña y hacer presión para extraer la sangre del bebé.