Para ponerlo simple: hoy en día alcanzar las metas del Acuerdo de París es algo lejano, muy lejano.
Mantener la temperatura del planeta máximo 2° C sobre la era preindustrial (1750) y si es posible que no pase de 1,5° es un sueño que hoy no es realizable.
Eso sugieren nuevos estudios esta semana. Uno en el journal Earth’s Future, de Christopher Green, de la Universidad McGill en Canadá, y colegas concluye que aunque los grandes emisores de gases de invernadero, Estados Unidos, la Unión Europea, China y la India lograran reducirlas a niveles mínimos, se requeriría que el resto del mundo las eliminara en la práctica hacia 2030.
Nada de eso parece posible. El mundo en desarrollo consume cada vez más recursos con una clase media creciente. Y, la segunda investigación, en Geophysical Research Letters, de Sophie Lewis, de la Universidad New Wales y colegas, reportó que ninguno de aquellos grandes contaminantes ha hecho los compromisos requeridos de reducción para alcanzar la meta acordada en París.
Esta investigación sugiere que las temperaturas extremas que sobrevengan dependen de las reducciones actuales y futuras que los principales emisores acuerden.
Una situación que padecerá todo el mundo, aunque no será igual por regiones.