Aunque muchas personas parecen tomarse a la ligera el tema de las altas temperaturas del planeta, no deberían hacerlo, sobre todo si se tiene en cuenta que el calor y la humedad extrema pueden representar graves riesgos para la salud, afectando de una manera especial a los bebés, los niños y niñas pequeños, las mujeres embarazadas y a las personas de avanzada edad.
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Además, gracias al cambio climático, estas olas de calor cada vez son más frecuentes, largas e intensas, por lo que es indispensable que todos tomen precauciones ante su exposición, y así evitar golpes de calor, e incluso, la muerte.
Pero, ¿y a qué se le llama “ola de calor”? A ese fenómeno meteorológico natural que se produce cuando la temperatura es más alta de lo normal durante varios días seguidos, ya que la humedad provoca un aumento de la sensación térmica, según explica la Unicef, quien también reunió algunos consejos de expertos para ayudar a las personas a protegerse a sí mismos y a proteger a sus familias.
¿Qué hacer ante una ola de calor?
Prepararse
Tal y como explica la agencia de la Organización de las Naciones Unidas, lo primero es prepararse:
* Informarse sobre el tiempo: hay que saber cuánto calor y cuánta humedad hará durante el día, la semana y el mes para poder planificar las actividades al aire libre.
* Tener un botiquín: esta herramienta debe contener sobres de sales de rehidratación oral (SRO), un termómetro, botellas de agua, toallas o paños de refrigeración húmeda, un ventilador o nebulizador portátil con pilas y una lista de comprobación para detectar y tratar los síntomas de estrés térmico.
* Tener los contactos de emergencia: “Debes Informarte sobre cómo pedir ayuda en caso de necesitarlo. Toma nota de los teléfonos de contacto de los profesionales de salud o los servicios de ambulancia o transporte más cercanos, por ejemplo”.
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Mantener el hogar fresco
* Unicef recomienda no abrir las cortinas durante las horas más calurosas del día y abrir las ventanas por la noche para refrescar la casa.
* También hay que usar los ventiladores y los sistemas de enfriamiento si se dispone de ellos.
Evitar la exposición al calor
* Si puede evitarlo, no salga a la calle durante los momentos más calurosos del día e intente organizar sus actividades más temprano o más tarde, cuando haga más fresco.
* Cuando salga, use protector solar e intente permanecer a la sombra o utilizar sombreros y sombrillas para protegerse.
Mantener el cuerpo fresco e hidratado
* Beba agua a intervalos regulares sin esperar a tener sed.
* El exceso de ropa cuando hace calor puede deshidratarlo y hacer que se acalores más rápidamente, así que use ropa liviana y holgada. El algodón es ideal durante los días calurosos para reducir las erupciones cutáneas causadas por el calor y absorber la sudoración. De igual modo, las sábanas de algodón son más recomendables que las de otros tejidos no transpirables.
* Lleve siempre consigo una botella de agua para hidratarse y una toalla pequeña para refrescarse, humedeciéndola y poniéndosela en el cuello.
* Compruebe si en su barrio hay instalaciones con aire acondicionado, o utilice las salas de espera de aquellos lugares que cuentan con sistema de enfriamiento, como los centros sanitarios o los centros comerciales.