El artista Darío Gómez tuvo tres matrimonios y el último de ellos fue con Nini Johana Vargas, una mujer que el intérprete conoció cuando era niña y, después de varios años, conquistó. A casi un año de su fallecimiento, una de las hijas del cantante aseguró que la última relación de su padre fue con una sobrina. La mujer señalada contó su versión.
Lea más: Su relación con una sobrina y otras situaciones de la vida amorosa de Darío Gómez que enfrentan a sus herederos
“Ella no se llama solo Nini Johana Vargas, ella también es Gómez. Ella es sobrina de mi papá. Es hija de una hermana de mi papá que se llama Miriam Gómez. Ella tiene tres hermanos a quienes mi mamá y mi papá, desde muy chiquiticos les dieron una finquita en La Tebaida (Quindío). Les tendieron una mano, y ella, pagándoles a mis papás, se les metió en el hogar desde los 15 años, con lo que no voy”, fue el comentario Catalina Gómez, hija del rey del despecho.
Una vez se viralizó el comentario, en redes sociales tacharon a la pareja de tener un comportamiento inmoral. Incluso, tacharon al fallecido cantante de “pedófilo”.
Vargas aseguró que su relación con Darío Gómez inició cuando ella tenía 16 años y el cantante 47. Dijo que ella no fue la culpable de que la relación del intérprete con su esposa anterior, Olga Lucia Ardila, terminara.
Entérese: “Darío Gómez nació para ser legendario”: Colombia llora a su Rey del Despecho
“Yo desde muy pequeñita, lastimosamente no tuve al lado a mi mamá (...) mi padre se conoce con Myriam, la hermana de Darío, y ella fue la que nos crió a nosotras”, dijo Johana en una transmisión en su cuenta de Instagram.
La mujer afirmó que su familia fue desplazada del Urabá antioqueño y que, para entonces, no estaban registradas. Su padre estaba a la espera de que la madre biológica apareciera. Ante la ausencia, dijo, Myriam Gómez decidió darle el apellido.
Nini Johana narró que su familia nunca recibió la donación de la finca y que, por el contrario, trabajaban allí como mayordomos. Tiempo después les pidieron la casa porque el cantante se iría a vivir allí. Nini y su familia fueron a vivir a la costa atlántica.
“Lo volví a ver cuando ya tenía 16 años. Él jamás me vio con ojos de sobrina y yo nunca lo vio como un tío. Yo nunca compartí con ellos y no voy a asumir una historia que no me corresponde”, dijo.
Vargas señaló también que en estos momentos tiene una demanda en contra, instaurada por Catalina, en la que le piden devolver los bienes que tiene en la casa que compartía con el artista.
