Como el hielo que se desprende de las paredes glaciales, uno a uno caen cada mes las marcas de la temperatura más elevada del planeta.
Junio ha sido el junio más caliente de la historia de los registros y a la vez el mes consecutivo 14 con las temperaturas más elevadas, mientras que el primer semestre ha sido el más cálido entre periodos similares en los 136 años de estadísticas: cada uno de los seis meses transcurridos ha sido más caluroso que su similar de otros años.
Sí, la Tierra entró en una ola de calor incontenible de tal magnitud que junio a la vez fue el 378 mes consecutivo con temperatura más alta que el promedio de todo el siglo pasado. El último mes con temperatura más baja que el promedio fue diciembre de 1984.
“Otro mes, otro récord. Y otro. Y otro. Décadas de grandes tendencias del cambio climático están alcanzando un nuevo clímax, alentado por el fuerte El Niño de 2015/16”, expresó Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.
La difícil situación climática fue revelada al tiempo por dos reportes independientes, uno del Centro Goddard de la Nasa y el otro de la National Oceanographic and Atmospheric Administration de Estados Unidos (Noaa).
El Niño, sin embargo, es solo una parte de la historia. Conocido por elevar el termostato del planeta ya se disipó, pero queda la otra parte del cuento: el cambio climático incentivado por los gases de efecto invernadero que atrapan el calor y que, en palabras de Taalas, significará más olas de calor, más lluvias extremas y tal vez huracanes tropicales más fuertes.
Una afirmación que coincide con la de Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la Nasa: más allá de El Niño “es la tendencia la que está produciendo estas marcas”.
Aunque existe la posibilidad de que en la parte final del año se active La Niña, no alcanzaría a enfriar lo suficiente, por lo que es muy probable que 2016 desplace a 2015 como el más caliente.
Así, por ejemplo, Norteamérica y África en conjunto tuvieron las condiciones más calientes desde los registros continentales iniciados en 1910 según Noaa.