Pico y Placa Medellín
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Su oficina queda en el barrio Laureles, es un lugar sencillo y con pocos elementos: hay un escritorio, un par de muebles, un cuadro. No más. No hay rastro de pinturas por ningún lado, las paredes son grises. El único asomo de arte es un mural de su popular graffiti de un bicho en colores negro y blanco que decora la entrada.
Uno de los grafiteros más reconocidos de la ciudad ya no solo raya en la calle y desde el anonimato, ahora también lo hace en el metaverso. “La Plaga Invade” pinta los muros de Medellín desde hace 18 años. Suma casi dos décadas agitando aerosoles.
—Sigo disfrutando mucho la calle, porque es otra cosa, a mí el azar me encanta y conectarme con las personas cuando pinto es algo muy bonito, es una gran sensación.
En su otra realidad, en la Realidad Virtual (VR), sus herramientas para crear obras de arte son las gafas Oculus, el computador y la tableta.
En uno de los salones del estudio, con la luz de una mañana despejada entrando por un ventanal, sin el vértigo de la noche ni tener que escabullirse para pintar los bajos de puente o una fachada abandonada, se pone sus Oculus y ubica los controles, uno en cada mano.
Antes enciende la pantalla del iPad. Una pantalla que muestra cómo se introduce en su taller digital, con si entrara en una burbuja en el espacio, nada parecido a los callejones oscuros en los que raya paredes.
Ingresa a la aplicación SculptrVR, exclusiva para producir esculturas en la VR. Con las Oculus puestas, La Plaga comienza a hacer la base, es decir, la forma. Es como si cogiera plastilina o arcilla para moldear una figura, solo que aquí es en un entorno 3D.
Está de pie y mueve las manos. Viste como casi siempre se le ve: bermuda de jean, tenis, medias blancas hasta los tobillos y camiseta negra y ancha. Mueve el cuerpo y no está bailando, no. Está dándole forma a la obra: la pantalla del iPad deja ver cómo manipula los pinceles desde todos los ángulos. Hace una bolita, le saca las manos, los pies. Le da forma.
—¿Siente la pintura de verdad?
—Sí, mire como la agarro.
Y, literal, la agarra. Coge pintura blanca del tablero y le hace los ojos al muñequito verde, luego pintura amarilla y le crea el pelo. Todo ocurre en segundos, mientras mueve las manos lento, muy lento. Lo que pareciera ser una masa verde ahora se parece a un dibujo animado de Pixar.
Los controles son la extensión de sus manos. Las líneas de la figura las hace presionando uno de los gatillos. Cuando se equivoca o la quiere repetir, apunta con un rayo (parecido a un infrarrojo) en la opción de devolver. Opciones de un menú en el tablero que solamente él tiene la posibilidad de ver a través de las gafas de VR.
En la tableta el muñeco se agranda y eso significa que La Plaga está ampliando el mundo, la burbuja en la que puede pintar en 360 grados. Presiona los dos gatillos al mismo tiempo: mueve las manos como si estuviera nadando. Así se acerca para aplicar los detalles y el muñequito flota como si fuera un astronauta en el espacio. En esos movimientos que hace con los controles en sus manos, arriba, abajo, hacia los lados, se siente de nuevo con un aerosol empuñado y frente a un lienzo plano de ladrillo.
—Mi estilo en el VR es súper orgánico, muy expresivo y muy divertido también, porque no es muy distinto a modelar en un computador donde hay unas geometrías específicas, es más rígido, pero en el VR se tiene una plastilina en la mano, literalmente, se hacen creaciones muy rápidas y de una manera muy libre, es como hacer magia.
Su llegada a este mundo de la creación de obras en Realidad Virtual no lo hizo solo. Hace parte del colectivo Neaverso, que lidera junto con los artistas Maniatic, Bclip (es dj, toca con RV) y ex_acto.
En el metaverso Spatial tienen una galería con más de 60 obras digitales de unos 30 artistas de Colombia, Francia, México, Estados Unidos y otros países. Una galería colectiva donde la mayoría de lo que exponen en las paredes se puede adquirir como NFT: solo hay que darle clic a la imagen para que aparezca la opción que lleva al marketplace, la plataforma donde se compra.
A Spatial se accede a través de Google o MetaMask (un software de criptomoneda). La plataforma se vincula con uno de estos y de esta manera se puede vivir la experiencia: recorrer los espacios, interactuar con las otras personas y hasta crear obras propias.
—A mí me interesa mucho la diversión, disfrutar, ver las cosas con los ojos de la niñez, dice La Plaga.
Y se le nota. Desde hace un año que comenzó a crear obras con Realidad Virtual volvió a ser niño, a divertirse muchísimo más haciendo lo que tanto le apasiona y lo mantiene vivo: grafitis, solo que esta vez es en las paredes del metaverso.
—Siempre en esa búsqueda de nuevos medios para expresarme, llegaron a mi vida otros formatos como el videoclip y el vestuario, pero la RV me deslumbró. Con las apps que encontré en este nuevo universo he logado asemejar a lo que es pintar un muro en el mundo físico. Aquí también se me exige las posiciones de pintar como en la calle, estar de pie, agacharme, pero con pintura infinita y con menos cuidado de que me vea la gente. En el VR me siento más seguro y estoy el tiempo que quiera.
@parchetek Del graffiti a el arte en la realidad virtual. #graffitimedellin #metaversomedellin #parchetek #laplagainvade #neaverso ♬ Blade Runner 2049 - Synthwave Goose
Periodista. Hago preguntas para entender la realidad. Curioso, muy curioso. Creo en el poder de las historias para intentar comprender la vida.