La Base Vernadsky es una estación de investigación de Ucrania ubicada en la Antártida. Desde hace varias semanas, el lugar se inundó de “nieve de frambuesa”. Así lo describió el Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania en una publicación donde explica por qué la que era una blanca capa se ve de color rojo.
Las responsables del tono rojizo son unas algas tan pequeñas que los científicos de la base las tuvieron que identificar con un microscopio. Se llaman Chlamydomonas nivalis. “No temen a temperaturas extremas y persisten en la nieve durante el invierno”, dice la publicación oficial.
Además de clorofila, las células de estas algas tienen un “caroteno rojo”. Este último es un pigmento que utilizan las plantas para la fotosíntesis. Un dato curioso es que protege a las plantas de la radiación ultravioleta.
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Este fenómeno es llamado “floración de la nieve” que, según la publicación, “contribuye al cambio climático. Debido al color rojo carmesí, la nieve refleja menos luz solar y se derrite más rápido”.
En Twitter, se leyó un hilo explicativo de la doctora en Física Mar Gómez. Ahí profundiza en cómo este tipo de nieve aumenta el calentamiento global y añade que desde los tratados de Aristóteles sobre la naturaleza, se habla de este tipo de fenómenos.