Es momento de no parar. Hay que seguir la lucha integral contra las estructuras criminales. No basta con capturar a los cabecillas. Es importante señalar que después de que tomamos la decisión de detener a todos los integrantes de la primera línea de mando de las bandas de Medellín, se ha completado ese círculo con la captura de alias “Elkin Triana”.
No es suficiente: hay que ir tras el dinero de esas estructuras, hay que frenar las rentas ilegales, hay que aplicar extinción de dominio, pero sobre todo hay que invertir en lo social, en oportunidades, en cultura ciudadana. Llegó el momento de pasar la página, de salir de la cultura de la ilegalidad, para construir la de la legalidad.
Ahora, con estos golpes coordinados entre Policía, Fiscalía, Alcaldía y el mismo Ejército, se requiere cada vez más confianza y apoyo ciudadano.
Los golpes dados son contundentes, y aunque se tenga la capacidad de reemplazar a los jefes capturados, no es tan fácil relevar a criminales avezados. Por eso no se puede parar la ofensiva, no solo contra quienes aspiran a sucederlos sino para llegar al fondo: dar con los responsables de que pervivan las estructuras criminales, los dueños y auspiciadores de esa cultura de la ilegalidad. Sacarlos de la zona de confort y acabar el círculo vicioso de la violencia y la criminalidad.